Washington, 12 nov. (EFE) – Una semana después de las elecciones en Estados Unidos, el país sigue sin conocer el color definitivo del Congreso, con el Partido Republicano liderando el escrutinio en la Cámara de Representantes y habiendo recuperado el control del Senado. Los republicanos están a tan solo cuatro escaños de lograr la mayoría en la Cámara Baja.
“Estamos muy optimistas. Estamos avanzando y vamos a pasar página. Esto es algo que la población estadounidense necesita y quiere desesperadamente”, afirmó este martes el actual líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, en una conferencia de prensa.
Los republicanos, que según las proyecciones de los principales medios estadounidenses también podrían recuperar la Casa Blanca con la reelección de Donald Trump como presidente, ya han asegurado 214 escaños en la Cámara de Representantes, mientras que los demócratas tienen 205. De los 16 asientos aún en disputa, los republicanos lideran en nueve y los demócratas en siete. La mayoría de estos escaños sin asignar se encuentran en California, el estado con mayor número de representantes.
En el Senado, los republicanos han logrado despojar a los demócratas del control, alcanzando 53 de los 100 escaños disponibles, según los recuentos definitivos de los comicios del 5 de noviembre.
“Está claro que el pueblo estadounidense quiere fronteras seguras y quiere evitar que terroristas y criminales entren en el país. Son cosas de sentido común. Trabajaremos estrechamente con Trump y con su administración para cambiar este país y desencadenar, como él dice, una nueva era dorada en Estados Unidos”, añadió Johnson.
Los lentos recuentos y la incertidumbre han marcado las últimas elecciones en Estados Unidos. En las presidenciales de 2020, el ganador no se conoció hasta cuatro días después, y en las legislativas de 2022, el control de la Cámara de Representantes no se definió hasta nueve días después de los comicios.
A pesar de los reclamos de fraude electoral, Johnson minimizó los casos de irregularidades: “Sabemos con certeza que algunos no ciudadanos votaron en algunos lugares, pero debido a toda la atención que el pueblo estadounidense puso al respecto, creemos que pudimos limitar en gran medida la cantidad de fraude e irregularidades, lo que es una buena señal”.