Washington, 9 nov.- El futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha captado la atención global tras recibir las felicitaciones de más de 70 jefes de Estado y de Gobierno, en un clima de apoyo internacional que reafirma su retorno a la Casa Blanca en enero. Con la victoria anunciada tras las elecciones del martes, el republicano ha comenzado a recibir una avalancha de llamados y mensajes, lo que marca un cambio de foco del centro de poder en Washington a su residencia en Mar-a-Lago, en Florida, donde se preparan los planes para su nueva Administración.
El primer día tras su victoria, Trump mantuvo conversaciones telefónicas con destacados líderes internacionales, entre ellos el presidente chino, Xi Jinping; el presidente francés, Emmanuel Macron; y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien también felicitó públicamente al republicano en sus redes sociales. Netanyahu celebró lo que denominó el “mayor regreso de la historia” y destacó que el retorno de Trump a la Casa Blanca representa un “nuevo comienzo” y una oportunidad para fortalecer la alianza entre Israel y Estados Unidos.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también se comunicó con Trump, en una llamada que contó con la participación del multimillonario Elon Musk, quien felicitó al republicano por su “impresionante victoria electoral”. Otros líderes como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, también se unieron a las felicitaciones, destacando la importancia del triunfo de Trump para el escenario internacional.
La lealtad, clave en las relaciones internacionales
Trump ha dejado claro que valora enormemente la lealtad de los líderes internacionales, un aspecto que marcó sus relaciones durante su primer mandato. A pesar de las tensiones que surgieron con algunos de estos líderes tras las elecciones de 2020, Trump ha recibido señales de apoyo incluso de aquellos que criticaron su política exterior en su primer período. En su conversación con Xi, el mandatario chino subrayó la importancia de la “cooperación” bilateral, mientras que Macron expresó su disposición a trabajar con Trump para restaurar la paz y estabilidad en medio de las “graves crisis internacionales” actuales.
Una de las relaciones más estrechas parece ser con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien a pesar de las propuestas polémicas de Trump, como la imposición de aranceles a los bienes mexicanos si el país no controla el flujo migratorio hacia EE.UU., destacó la cordialidad de su llamada.
Mar-a-Lago, el nuevo centro de poder
A medida que Trump se prepara para asumir nuevamente la presidencia, Mar-a-Lago, su residencia en Palm Beach (Florida), se convierte en el nuevo punto de encuentro de líderes internacionales. Uno de los primeros en anunciar su visita será el presidente argentino, Javier Milei, quien se reunirá con Trump la próxima semana en el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), que se celebrará en Mar-a-Lago. Milei, un firme admirador de Trump, ya había expresado públicamente su apoyo al republicano durante la campaña electoral.
Este traslado del poder y la influencia a Mar-a-Lago refleja un cambio significativo en la política estadounidense, con la Casa Blanca y Washington como escenario secundario mientras Trump se concentra en preparar su nueva Administración desde su residencia en Florida.