Santiago de Chile, 27 oct.- Este domingo, los centros de votación de Chile reabrieron sus puertas para la segunda jornada de las elecciones municipales y regionales, tras un primer día de votación marcado por la alta participación, con más del 46 % del padrón electoral emitiendo su voto.
«De un total de 15,4 millones de electores, votaron en el país aproximadamente 7,2 millones, lo que equivale al 46,86 % del padrón», declaró el presidente del Servicio Electoral (Servel), Andrés Tagle, en rueda de prensa el sábado por la noche.
Estos comicios, que se extienden por dos días debido a la gran cantidad de cargos en disputa —345 alcaldías, 16 gobernaciones, 2.252 concejalías y 302 consejerías regionales—, son los primeros bajo el sistema de voto obligatorio restablecido en 2022 tras una década de participación voluntaria. Se prevé una participación cercana al 80 %, lo que apunta a un alto nivel de compromiso ciudadano.
Las urnas, vigiladas por las Fuerzas Armadas y funcionarios locales durante la noche, permanecerán abiertas hasta las 18:00 horas locales (21:00 GMT), y se anticipa un escrutinio prolongado debido al volumen de cargos.
Este proceso electoral se desarrolla en medio de una intensa polarización política, con temas críticos como el aumento de la delincuencia y escándalos de corrupción que afectan tanto al oficialismo como a la oposición. «Espero que los elegidos no sean corruptos y escuchen más al pueblo, sin importar el color político», expresó Ricardo Nolis, quien votó en el Estadio Nacional, uno de los centros de votación más grandes de Santiago.
El Gobierno del presidente Gabriel Boric, respaldado por una amplia coalición progresista, enfrentará en las urnas la evaluación de su gestión en seguridad y la reciente controversia que llevó a la renuncia del exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve. Esta dimisión ha generado tensiones en el oficialismo, especialmente ante la gravedad de las acusaciones en su contra.
Por su parte, la oposición de derecha llega fragmentada, mientras que la tradicional coalición Chile Vamos busca frenar una posible fuga de votos hacia el Partido Republicano, de tendencia ultraderechista, en medio de una trama de tráfico de influencias que incluso ha salpicado al Tribunal Supremo.
Con estos resultados, las elecciones de este fin de semana no solo definirán los liderazgos locales, sino que también serán un importante termómetro de cara a los desafíos políticos y sociales que enfrenta Chile.