Lima, 11 oct.- El expresidente peruano Alejandro Toledo negó haber sostenido reuniones con los funcionarios encargados del contrato de concesión de la carretera Interoceánica Sur a la empresa brasileña Odebrecht, así como con los directivos de la compañía, durante su interrogatorio en el juicio oral que enfrenta por colusión.
Toledo, quien actualmente cumple prisión preventiva en la cárcel de Barbadillo, fue interrogado este viernes por el fiscal José Domingo Pérez y los abogados de los otros acusados, ante el Segundo Juzgado Penal Colegiado. El caso gira en torno a los presuntos cobros millonarios que Odebrecht habría realizado al exmandatario durante su gobierno (2001-2006).
El fiscal cuestionó a Toledo sobre varias visitas de funcionarios de la oficina estatal Proinversión a Palacio de Gobierno. Toledo explicó que estos empleados asistían a la sede presidencial en los Consejos de Ministros para reunirse con los ministros, negando haber tenido encuentros privados con Sergio Bravo Orellana, exmiembro del comité de Proinversión. “Está profundamente equivocado”, le respondió Toledo al fiscal, aclarando que conoció a Bravo en la Escuela de Negocios ESAN, donde ambos trabajaron antes de que él se dedicara a la política.
Negación de interferencia en contratos de Odebrecht
Toledo también rechazó las acusaciones de haber interferido en la elaboración de los contratos para beneficiar a Odebrecht en la construcción de la Interoceánica Sur. Según afirmó, la visita de los representantes de Odebrecht en 2004 a Palacio de Gobierno fue organizada por su entonces ministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, en su calidad de presidente del comité directivo de Proinversión. Toledo reconoció haber agradecido a Marcelo Odebrecht por incluir a empresas peruanas en el consorcio que construyó las vías, pero negó haber tenido reuniones privadas con el ejecutivo Jorge Barata en 2005.
Acusaciones de soborno
Barata, quien fungía como director ejecutivo de Odebrecht en Perú, declaró que Toledo le exigió el pago de 31 millones de dólares a cambio de otorgar la concesión a su compañía, un monto que habría sido entregado en partes hasta 2011 en cuentas de empresas vinculadas al empresario israelí Josef Maiman, cercano a Toledo.
En respuesta, Toledo afirmó que Maiman le pagó las últimas cuotas de la hipoteca de su casa en Lima, pero resaltó que el empresario no era “muy sacrosanto” en sus negocios globales. Además, recordó que Maiman le recomendó los servicios de Avraham Dan On, otro acusado en el caso, quien habría coordinado su seguridad personal junto con la casa militar del Palacio de Gobierno.
Pruebas bancarias y cooperación internacional
Al final del interrogatorio, Toledo sostuvo que nunca había tenido problemas judiciales en su vida, pero que ahora estaba acusado de recibir dinero de Odebrecht a través de Maiman. Anunció que han logrado identificar los fondos recibidos por Maiman en un banco suizo y a la persona encargada de sus cuentas en Liechtenstein. Solicitó a los magistrados esperar los resultados de la cooperación judicial internacional antes de avanzar con el juicio, que se encuentra en su etapa final.