Beirut, 21 de septiembre — El grupo chií libanés Hizbulá ha confirmado la muerte de su comandante Ibrahim Aqil, quien perdió la vida este viernes en un bombardeo israelí en las afueras de Beirut. Aqil, junto a otras 13 personas, fue atacado en un edificio residencial en el suburbio meridional de Dahye, un área conocida por ser un bastión del grupo armado.

En un comunicado oficial, Hizbulá destacó: “Hoy, el gran líder Hajj Ibrahim Aqil, alias Hajj Abdul Qader, se ha unido a las filas de sus hermanos mártires, los grandes líderes, tras una vida bendecida llena de lucha santa, trabajo, sacrificios y victorias”. Aunque el grupo no ha detallado el rango exacto que ocupaba Aqil, el Ejército israelí lo identificó como el jefe de Operaciones Militares de Hizbulá.

Según un comunicado militar de Israel, Aqil y varios miembros de las Fuerzas Radwan, la unidad de élite del grupo, estaban involucrados en la planificación de un ataque denominado “Conquista de Galilea”, que tenía como objetivo infiltrarse en comunidades israelíes y atacar a civiles.

El bombardeo, que ha dejado un saldo trágico de al menos 14 muertos y 66 heridos, representa un nuevo capítulo en la creciente violencia entre Israel y Hizbulá. Este ataque se produce menos de dos meses después de que un ataque similar acabara con la vida de Fuad Shukr, entonces máximo comandante militar del grupo, en un inmueble del mismo suburbio.

La muerte de Aqil ocurre en un contexto de tensión elevada, ya que esta semana se produjeron dos oleadas de explosiones simultáneas en dispositivos de comunicación utilizados por miembros de Hizbulá, que resultaron en la muerte de 37 personas y heridas a casi 3.000 en Líbano.

Este episodio refleja la continua escalada de hostilidades en la región, donde el conflicto entre Israel y Hizbulá sigue cobrando vidas y complicando aún más la situación humanitaria. La muerte de Aqil podría intensificar las reacciones de Hizbulá, un grupo que ya ha demostrado su disposición a retaliar ante pérdidas significativas.

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