Nueva York, 15 sep. – El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó este sábado la detención de varios ciudadanos estadounidenses en Venezuela, acusados de participar en actividades terroristas, aunque desmintió categóricamente cualquier implicación en un complot contra el presidente Nicolás Maduro.
«Podemos confirmar la detención de un miembro del Ejército estadounidense y estamos al tanto de informes no confirmados de otros dos ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela», afirmó un portavoz del Departamento de Estado en declaraciones a EFE.
El gobierno de Estados Unidos negó las acusaciones del ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, sobre un presunto plan terrorista apoyado desde Washington. «Es categóricamente falsa cualquier afirmación de participación de Estados Unidos en un complot para derrocar a Maduro», afirmó el portavoz, agregando que el país sigue apostando por una «solución democrática a la crisis política en Venezuela».
Por su parte, Cabello anunció la detención de cinco extranjeros, entre ellos dos españoles, tres estadounidenses y un ciudadano checo, quienes supuestamente planificaban actos terroristas, incluyendo el asesinato de Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del gobierno chavista. Según Cabello, se incautaron más de 400 armas en el operativo, presuntamente transportadas desde Estados Unidos, con el fin de armar mercenarios para realizar el ataque.
El ministro venezolano también vinculó a los detenidos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, y reveló que los dos españoles fueron capturados en Puerto Ayacucho, estado Amazonas, fronterizo con Colombia y Brasil. En los teléfonos de los detenidos, las autoridades encontraron evidencias de comunicaciones con una dirigente del partido opositor Vente Venezuela, supuestamente en busca de explosivos y grupos para «trabajos especiales».
Cabello insistió en que Estados Unidos está detrás de la operación y exigió al gobierno norteamericano aclarar el uso de su territorio para el tráfico de armas destinado a «derrocar un gobierno democrático». Maduro fue reelegido en los comicios presidenciales del 28 de julio, cuyos resultados han sido rechazados por la oposición y gran parte de la comunidad internacional.