Redacción América, 10 sep.- El exilio del líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha suscitado preocupación en varios Gobiernos de América Latina y Europa, así como en organismos internacionales como la ONU y la OEA, que consideran que esta medida socava las posibilidades de diálogo en Venezuela.
González Urrutia llegó a Madrid el domingo, tras solicitar asilo al alegar persecución política y judicial en Venezuela luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) otorgó la victoria a Nicolás Maduro. Este resultado fue posteriormente validado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
El Gobierno de Colombia expresó su pesar por la salida de González de Venezuela y reiteró que “el proceso político en cualquier país de las Américas debe estar rodeado de plenas garantías”. En el mismo sentido, el presidente colombiano Gustavo Petro, junto a sus homólogos de México y Brasil, ha intentado mediar en la crisis venezolana sin reconocer oficialmente la victoria de Maduro.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, calificó la salida de González Urrutia como una consecuencia de las medidas “antidemocráticas” de Maduro, y reafirmó el apoyo de Estados Unidos al líder opositor como una “voz indiscutible por la paz y el cambio democrático en Venezuela”.
Varios países, como Chile y Uruguay, también se manifestaron en contra de la represión a la oposición en Venezuela. El canciller uruguayo Omar Paganini lamentó que el candidato más votado se viera obligado a exiliarse, lo que calificó como una clara señal de que “estamos ante un régimen que no está dispuesto a dar un paso al costado”.
La ONU advirtió que la salida de González Urrutia no representa el fin de la crisis poselectoral y señaló que sigue “muy preocupada” por la situación en Venezuela. Un panel de expertos electorales enviado al país concluyó que los comicios no cumplieron con los estándares de transparencia.
La OEA, por su parte, acusó al “régimen autoritario” de Venezuela de haber forzado el exilio de González Urrutia, a quien considera el legítimo ganador de las elecciones. Además, afirmó que “el proceso electoral no ha terminado” y que se debe trabajar para que González asuma la presidencia en enero de 2025.
En Europa, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, lamentó el exilio de González y calificó la situación como “un día triste para la democracia”. Asimismo, el Gobierno alemán criticó el “retroceso” para la democracia venezolana que representa la necesidad de asilo de un líder político opositor.
González Urrutia, a través de sus redes sociales, expresó que su decisión de abandonar Venezuela fue motivada por la necesidad de evitar que el destino del país sea “un conflicto de dolor y sufrimiento”.