Kiev, 9 sep.- Ante la falta de avances significativos en el campo de batalla y el riesgo de que disminuya la ayuda militar de sus aliados clave, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha comenzado a desarrollar una estrategia unilateral con la esperanza de finalizar la guerra este otoño. La base de su plan reside en la presión internacional sobre Rusia para forzar una paz aceptable para Kiev.
Zelenski ha ido ofreciendo detalles fragmentados sobre este plan, denominado ‘plan para la victoria’, el cual fue presentado este fin de semana a una delegación de congresistas estadounidenses durante un foro económico en Italia. La estrategia también será entregada este mes a los principales actores políticos de Estados Unidos: el actual presidente Joe Biden, y los candidatos presidenciales Donald Trump y Kamala Harris.
El éxito de la operación militar en la región rusa de Kursk, donde Ucrania ha recuperado control sobre 1.300 kilómetros cuadrados, se presenta como un elemento clave para presionar a Rusia. Sin embargo, analistas como Volodímir Dubovik advierten que, aunque esta ofensiva buscaba obligar a Moscú a negociar, el presidente ruso, Vladímir Putin, parece decidido a prolongar el conflicto.
El ‘plan para la victoria’ también incluye propuestas económicas y de seguridad internacional, así como medidas concretas para obligar a Rusia a cesar su agresión militar. Además, Zelenski está organizando una segunda Cumbre de la Paz para finales de año, donde se planea invitar a Rusia, a diferencia de la primera edición en junio, donde no estuvo presente.
La influencia de potencias como China e India, que hasta ahora no han utilizado su peso para presionar a Moscú, será crucial para el éxito de este plan. Mientras tanto, en Ucrania aumenta el debate sobre una posible negociación con Rusia, con un creciente porcentaje de ciudadanos a favor del diálogo, aunque muchos temen que cualquier concesión podría considerarse una traición a quienes han sufrido las mayores pérdidas.