Leópolis (Ucrania), 28 ago.- La operación militar de Ucrania en la región de Kursk ha forzado a Rusia a reubicar unos 30.000 soldados que estaban desplegados en la línea del frente en Ucrania. Sin embargo, esta acción no ha logrado reducir la presión que las fuerzas rusas están ejerciendo cerca de Pokrovsk y otros puntos estratégicos en Donetsk, donde la situación se ha intensificado en lugar de mejorar.
En los últimos días, Rusia ha realizado “avances tácticamente significativos” en las proximidades de un crucial nudo logístico, según el más reciente informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) de Estados Unidos. Estos avances han sido posibles gracias a la superioridad numérica y aérea de las fuerzas rusas.
Las fuerzas rusas han tomado control de varias localidades al este de Selidove y han avanzado varios kilómetros en dirección a Pokrovsk, específicamente en Novogrodivka. De acuerdo con el analista Oleksandr Kovalenko, del grupo “Resistencia Informativa”, las fuerzas rusas han avanzado rápidamente, cubriendo 3,5 kilómetros en la última semana, aprovechando su superioridad numérica en el terreno.
A pesar de las pérdidas de infantería que están sufriendo, los mandos rusos han optado por continuar los ataques sin tomar medidas para minimizar las bajas. El piloto de drones y bloguero militar Oleksandr Solonko señaló que las tácticas rusas se basan en enviar oleadas continuas de soldados en un intento de abrumar a las defensas ucranianas, sin darles tiempo a establecer posiciones defensivas sólidas.
A pesar de la fuerte presión, las fuerzas ucranianas han evitado quedar rodeadas, optando por retirarse estratégicamente bajo la presión constante de los ataques. Iván Siékach, portavoz de la 110ª Brigada Mecanizada, comparó la situación con un combate de boxeo, señalando que es más prudente retirarse lentamente mientras se desgasta al enemigo, en lugar de mantener una posición obstinada frente a un oponente superior.
Pokrovsk, un importante nudo logístico comparable a Kramatorsk, es crucial para el aprovisionamiento de las tropas ucranianas en Vugledar, Kurajove y Toretsk, donde Rusia ha lanzado asaltos intensos recientemente. La caída de Pokrovsk podría abrir el camino a un ataque contra la región de Dnipropetrovsk, situada a solo 20 kilómetros al este del límite administrativo.
Las autoridades locales han urgido a los residentes a evacuar la ciudad debido al aumento de ataques con drones kamikaze de corto alcance y al incremento de bajas civiles, como la muerte de una familia de cuatro miembros en Ismailivka. La vida en Pokrovsk ha cambiado drásticamente, con toques de queda que duran casi todo el día y parques infantiles ahora vacíos.
A pesar de los reveses, la situación en Pokrovsk aún no está decidida. Ucrania cuenta con barreras naturales, como ríos, que podrían ralentizar el avance enemigo. Además, podría reforzar la región con brigadas recién formadas o reubicar unidades desde Kursk, Járkov, u otras áreas más estables del frente. Aunque la caída de Pokrovsk sería un duro golpe, Ucrania aún tiene la posibilidad de frenar el avance ruso y contraatacar, tal como ocurrió tras la caída de Bajmut, si logra prepararse adecuadamente.