San José, 28 ago.- Defensores de derechos humanos nicaragüenses en el exilio han alertado sobre un incremento de la represión en Nicaragua bajo el régimen de Daniel Ortega, quien dirige el país desde 2007. La denuncia se realizó durante un foro titulado ‘Restauración democrática y vigencia de derechos humanos en Nicaragua’, en el marco del Cuarto Ciclo de Evaluación del Examen Periódico Universal (EPU) para Nicaragua, un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. El evento se llevó a cabo en Ginebra y fue transmitido virtualmente a periodistas nicaragüenses en Costa Rica.
Ivania Álvarez, de la organización Urnas Abiertas, destacó que el gobierno ha perseguido a partidos políticos y opositores, ilegalizándolos, encarcelándolos y despojándolos de su nacionalidad. Además, señaló que el oficialismo ha creado un sistema de partidos a su medida para legitimar los fraudes electorales, dejando a la oposición sin posibilidad de disputar el poder a través de vías institucionales.
Salvador Marenco, del Colectivo Nicaragua Nunca Más, enfatizó el aumento del control del pensamiento y las acciones del régimen desde 2018, tras una revuelta popular contra el Gobierno sandinista que fue sofocada con fuerza. Marenco explicó que el Gobierno nicaragüense ha mostrado desdén hacia los organismos internacionales desde 2017, y aunque aceptó la presencia de la CIDH y la ONU en 2018 por presión internacional, posteriormente expulsó a estas organizaciones y a otras como el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), creado por la OEA.
El activista advirtió que la expulsión de estos organismos dejó a las víctimas en una situación de mayor vulnerabilidad y redujo la capacidad para fiscalizar al régimen. Los defensores de derechos humanos presentes en el foro pidieron “acciones internacionales” para proteger a las víctimas y restaurar la democracia en Nicaragua.
El evento contó también con la participación del profesor indígena Gabriel Putoy del Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (GREX), Francys Valdivia en representación de los familiares de las víctimas, y el brasileño Paulo Abrao, exsecretario ejecutivo de la CIDH. La moderadora del foro, Winnye Bernard, directora de proyectos de la Red Internacional de Derechos Humanos (Ridhe), comentó que las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua se han vuelto más sistemáticas y transnacionales, afectando incluso a defensores fuera de las fronteras nicaragüenses.
Nicaragua enfrenta una crisis política y social desde abril de 2018, exacerbada por las elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, su cuarto consecutivo, y su segundo junto a su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta, con sus principales adversarios en prisión.