Tokio, 26 de agosto.- Los ataques a bañistas por parte de delfines en playas del centro de Japón han aumentado de manera significativa desde 2022, con un incremento notable en los incidentes registrados este año. Según informes de la Guardia Costera, 18 personas han resultado heridas en playas cercanas a la península de Tsuruga, en la prefectura de Fukui, durante esta temporada, un aumento considerable respecto a las cinco heridas en 2023 y el único caso reportado en 2022.
Uno de los ataques más graves involucró a un estudiante de primaria que recibió una mordedura de un delfín, requiriendo alrededor de 20 puntos de sutura en los dedos, según la agencia Kyodo. Los ataques han sido principalmente mordeduras y se han producido en varias playas de la región, lo que sugiere que el delfín o los delfines responsables podrían haber aumentado su presencia en la península.
Expertos citados por medios locales japoneses sugieren que los delfines mulares o cuello de botella, conocidos por su naturaleza social e interacción física, podrían estar detrás de estos ataques. Estos cetáceos suelen morderse entre sí como parte de su comportamiento social, lo que podría explicar el aumento de las agresiones a los bañistas.
La identificación repetida de una aleta de delfín en las zonas de los ataques ha llevado a la hipótesis de que un único delfín podría ser el responsable de la mayoría de los incidentes. La Guardia Costera ha aconsejado a los bañistas evitar acercarse a los delfines y salir del agua si se encuentran con estos animales.
Como medida preventiva, algunas playas en la región han comenzado a instalar dispositivos que emiten ondas de ultrasonido para disuadir a los cetáceos y reducir el riesgo de ataques. Las autoridades siguen investigando las causas detrás de este fenómeno inusual mientras buscan soluciones para proteger tanto a los bañistas como a los delfines.