El Sultán Ibrahim Iskandar asume el trono como el nuevo rey de Malasia en una majestuosa ceremonia

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Bangkok, 20 julio.- En una ceremonia de gran esplendor celebrada en el Palacio Nacional de Kuala Lumpur, el Sultán Ibrahim Iskandar fue investido este sábado como el decimoséptimo rey de Malasia, en el marco del sistema rotatorio de monarquía del país. Iskandar, de 65 años, iniciará su mandato de cinco años con una investidura que refleja las profundas tradiciones y la riqueza cultural de la realeza malaya.

El acto se llevó a cabo ante la presencia del primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, y de un selecto grupo de 700 invitados, que incluyó a los otros sultanes del país, los cuatro gobernadores de los estados no regidos por familias reales, y representantes internacionales. La ceremonia fue un desfile de opulencia y tradición, destacando la presencia de la reina consorte, Raja Zarith Sofiah, y el atuendo tradicional de realeza del Sultán, compuesto por pantalón y chaqueta negra adornados con decoración dorada.

La tradición malaya se distingue de la europea en su uso del término ‘investidura’ en lugar de ‘coronación’, marcando un importante rito en la ascensión al trono. “¡Larga vida al rey!” exclamó Anwar Ibrahim en un mensaje de felicitación publicado en X, felicitando al nuevo monarca que ejerce su función desde su proclamación el pasado 31 de enero.

La elección del Sultán Ibrahim Iskandar fue decidida en octubre del año pasado por los nueve sultanes del país durante un cónclave del Consejo de Gobernantes, eligiendo al soberano de Johor para asumir el trono. Este evento marca la segunda vez en cuatro décadas que un gobernante de Johor se convierte en rey, siguiendo los pasos de su difunto padre, el Sultán Mahmud Iskandar, quien reinó entre 1984 y 1989.

Conocido por su afición a los vehículos de lujo y su estilo directo, el Sultán Ibrahim se destaca no solo por su impresionante colección de deportivos Ferrari y motocicletas de alta gama, sino también por su influencia en los asuntos políticos. Es considerado uno de los sultanes más adinerados de Malasia, con inversiones que abarcan desde la minería y el fútbol hasta grandes proyectos residenciales.

El sistema rotatorio de monarquía malayo asegura que el trono se alterna cada cinco años entre los sultanes de los nueve estados, una tradición que se remonta a los sultanatos malayos del siglo XV. Aunque el papel del rey es predominantemente ceremonial, su influencia se ha vuelto más relevante en el contexto político turbulento de Malasia, especialmente con el reciente cambio de primer ministro. El rey posee el poder discrecional de nombrar al primer ministro que cuente con el apoyo mayoritario del parlamento, una función clave en el equilibrio del poder en el país.

La investidura del Sultán Ibrahim Iskandar subraya la continuidad de las tradiciones reales en Malasia y refleja la estabilidad y el prestigio de la monarquía en un país que se encuentra en una fase de significativa transformación política.

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