Bogota, 12 julio.- La Defensoría del Pueblo de Colombia alertó sobre el potencial aumento de enfermedades endémicas como la sífilis congénita, chikunguña, dengue y leptospirosis, debido al cierre de varios pasos migratorios en la selva del Darién por parte de Panamá. Esta medida, destinada a controlar el flujo migratorio hacia Norteamérica, podría tener graves consecuencias sanitarias en los municipios fronterizos colombianos.
En un informe reciente, la Defensoría indicó que estos cierres podrían provocar un aumento de la población migrante retenida en la región del Urabá-Darién, lo que sobrecargaría los ya precarios sistemas de salud locales. Se estima que en municipios como San Juan de Urabá y Arboletes, la tasa de contagio de enfermedades podría incrementarse significativamente.
La situación es crítica en Turbo, donde el sistema hospitalario local, con solo 100 camas disponibles, necesitaría 461 adicionales para atender adecuadamente a la población en caso de emergencia sanitaria. La Defensoría ha instado a las autoridades nacionales y locales a tomar medidas preventivas urgentes para mitigar este riesgo.
El Gobierno panameño, por su parte, defiende los cierres como una manera de proteger a los migrantes y reducir su número, canalizando el flujo a través de un “paso humanitario”. Sin embargo, la medida ha sido criticada por no considerar sus amplias repercusiones humanitarias, incluyendo el impacto en la salud pública.
Este anuncio se suma a la preocupación ya expresada por la Defensoría sobre los efectos de un posible cierre total del paso del Darién, una región que ya ha visto un flujo migratorio sin precedentes este año, con más de 195.000 personas cruzando, en su mayoría venezolanos. En 2023, la cifra alcanzó los 520.000 migrantes, según datos de Panamá.
La región del Darién, compartida por Colombia y Panamá, es una barrera natural que no ha sido atravesada por carreteras y representa un reto significativo tanto para los migrantes como para las políticas migratorias y de salud pública.
