Montreal, 7 julio. El propietario de una casa de más de 100 años en Montreal se enfrenta a acusaciones de violar las normas municipales al permitir que el inmueble se pintara con colores neón para una campaña publicitaria de la empresa de telecomunicaciones Koodo. La casa, un dúplex de estilo victoriano, fue transformada en un anuncio gigante, exhibiendo una paleta de rosa fuerte con acentos de verde lima, violeta, verde azulado y naranja.
Simon Charron, portavoz de la ciudad, afirmó que la modificación no estaba autorizada y que infringe los estatutos urbanos, que prohíben pintar ladrillos en la fachada de la mayoría de los edificios. Además, las modificaciones en edificios patrimoniales están estrictamente reguladas y existen normas claras sobre la ubicación de la publicidad en el paisaje urbano.
“Es importante señalar que la normativa urbanística prohíbe pintar ladrillos en la fachada exterior de la mayoría de los edificios,” explicó Charron en un comunicado. “Las modificaciones que se realicen en los edificios patrimoniales también están estrictamente reguladas.”
La campaña publicitaria, dirigida por la firma Camp Jefferson con sede en Toronto, pretendía crear “una experiencia memorable y alegre para la comunidad”, según Isabelle Bonin de Plus Company, que colaboró en la iniciativa. Bonin afirmó que se habían seguido las orientaciones proporcionadas por un representante de la ciudad de Montreal y que la casa será restaurada a su estado original el 8 de julio.
Heritage Montreal también expresó su descontento con la transformación. En un comunicado, la organización destacó que la cuestión no es la creatividad de los colores, sino cómo se utilizan para eludir las regulaciones publicitarias de la ciudad. Además, advirtieron que la aplicación de ciertas pinturas a la mampostería puede causar daños con el tiempo y que removerlas o volver a pintar puede ser costoso y complicado.
La casa, descrita en un anuncio inmobiliario como un “dúplex de estilo victoriano de tres plantas”, fue construida en 1910 según la tasación municipal, aunque un anuncio en Realtor.ca indica una fecha de construcción en 1870. La fotografía de la fachada antes de su transformación la mostraba pintada de un verde pálido.
La ciudad ha anunciado que enviará inspectores a la casa y emitirá un aviso de violación al propietario, mientras que el público y las organizaciones patrimoniales siguen de cerca cómo se resolverá este conflicto entre creatividad publicitaria y preservación histórica.