México, 28 junio.- La selección de fútbol de México enfrenta un partido decisivo este domingo contra Ecuador, con la necesidad imperiosa de una victoria para avanzar a la siguiente ronda de la Copa América. El ambiente es tenso y cargado de pesimismo, tanto de aficionados como de medios de comunicación, que expresan su descontento con el equipo y especialmente con el director técnico Jaime Lozano.
El equipo, que participa en el torneo continental como uno de los invitados, ha tenido un desempeño decepcionante hasta ahora. Inició con una victoria poco convincente de 1-0 sobre Jamaica y sufrió una derrota por el mismo marcador contra Venezuela, complicando sus opciones de clasificación.
Ecuador, que ha mostrado un mejor nivel, será un adversario formidable, liderado por destacados jugadores como Moisés Caicedo del Chelsea y Piero Hincapié del Bayer Leverkusen.
La confianza en la selección mexicana es baja, y las críticas no se han hecho esperar. Jaime Lozano, quien no cuenta en su equipo con estrellas de primeros clubes europeos, ha sido particularmente señalado. La falta de experiencia del entrenador de 45 años fue evidente cuando, en un momento crítico del partido contra Venezuela, hubo confusión sobre quién debía ejecutar un penal crucial.
La presión está sobre Lozano y su equipo no solo para ganar, sino para convencer. La prensa mexicana sugiere que una eliminación temprana podría costarle el puesto a Lozano, a pesar de las aseguraciones previas de que dirigiría en el Mundial de 2026.
Este partido no solo es crucial para la continuidad en el torneo, sino también para el futuro de Lozano al frente del equipo y para el prestigio de México en la Copa América, donde históricamente ha tenido buenos desempeños, incluidos dos subcampeonatos.
México se enfrenta a un desafío monumental en el que debe superar no solo a su rival en la cancha, sino también las dudas y críticas que pesan sobre su equipo.