Venecia, 30 junio.- La lujosa boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez celebrada este fin de semana en la romántica ciudad italiana de Venecia costó entre 47 y 56 millones de dólares, según estimaciones de Reuters basadas en datos proporcionados por Luca Zaia, presidente de la región del Véneto. Aunque la cifra parece astronómica, representa apenas entre el 0.0193% y el 0.0230% del patrimonio neto del fundador de Amazon, que se estima en 244.000 millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
Para poner la cifra en perspectiva: si un ciudadano promedio en Estados Unidos —con un patrimonio medio de 192.900 dólares— gastara el mismo porcentaje en su boda, apenas invertiría unos 45 dólares, lo que equivale a una cena sencilla o un par de zapatos deportivos. La disparidad es aún más evidente al observar otras profesiones:
Profesión | Patrimonio neto promedio | Gasto equivalente en boda |
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Trabajador de construcción | $60,000 | $11.58 – $13.80 |
Enfermero | $125,000 | $24.13 – $28.75 |
Periodista | $100,000 | $19.30 – $23.00 |
Maestro | $200,000 | $38.60 – $46.00 |
Abogado | $500,000 | $96.50 – $115.00 |
Mientras que el ciudadano común contempla endeudarse para casarse —como reconoce el 50% de los encuestados por U.S. News—, Bezos celebró su enlace sin comprometer ni remotamente su riqueza. Según MSNBC, este evento es una muestra de “indiferencia descarada hacia la realidad que enfrenta el resto del mundo”.
Un evento millonario que paralizó Venecia
La ceremonia reunió a unos 200 invitados de élite, incluyendo a Leonardo DiCaprio, Oprah Winfrey y miembros de la familia Kardashian, y transformó por completo zonas clave de Venecia durante varios días. El traslado de los recién casados se realizó a bordo del lujoso yate ‘Moa’, y los festejos incluyeron cenas privadas, conciertos y desfiles exclusivos, lo que motivó tanto admiración como indignación.
Activistas locales, liderados por la campaña “No hay espacio para Bezos”, criticaron duramente el impacto del evento. Marta Sottoriva denunció que “Venecia ha sido vendida al mejor postor”, haciendo referencia a los cierres de calles y al uso de espacios públicos para eventos privados. A pesar de las protestas, las autoridades regionales defendieron la boda señalando que Bezos donó fondos para la restauración de viviendas municipales.
Lujo, símbolo de desigualdad
Bezos, de 61 años, y Sánchez, de 55, celebraron su segundo matrimonio con un despliegue digno de una superproducción de Hollywood, que resalta la brecha cada vez más amplia entre los más ricos del planeta y la clase trabajadora. Mientras una parte del mundo enfrenta una crisis de vivienda, inflación y endeudamiento familiar, otra se permite gastos millonarios en celebraciones privadas sin pestañear.
El contraste no pasó desapercibido para analistas sociales y medios internacionales. Newsweek subrayó que este tipo de eventos funcionan como “recordatorios visuales de una élite desconectada”, y economistas advierten que la acumulación de riqueza en manos de unos pocos intensifica el malestar social.
Un reflejo de los tiempos
En un momento en que muchas parejas en EE.UU. están posponiendo bodas para ahorrar en vivienda o iniciar una familia, la industria nupcial de lujo sigue prosperando. Grand View Research estima que el mercado global de bodas superará los 514 mil millones de dólares para 2030.
La boda Bezos-Sánchez, más que una unión amorosa, ha sido interpretada por muchos como un símbolo de la nueva aristocracia del siglo XXI. Mientras millones ajustan sus presupuestos para subsistir, los ultrarricos, como Bezos, convierten cada evento personal en un espectáculo global… sin afectar su fortuna ni un ápice.