LONDRES, 29 MAYO – Un conductor de 53 años fue acusado formalmente de causar daños corporales graves con intención y otros seis cargos graves tras un incidente en el que su vehículo embistió a una multitud de seguidores del Liverpool FC que celebraban el campeonato de su equipo. Paul Doyle, quien enfrenta una sentencia máxima de cadena perpetua si es declarado culpable, también fue imputado por conducción peligrosa y cinco cargos adicionales relacionados con lesiones graves.
Según informó la fiscal Sarah Hammond, las edades de los heridos oscilaban entre los nueve y los 78 años, con al menos 50 personas recibiendo tratamiento hospitalario tras el trágico evento. Siete de ellas permanecían ingresadas este jueves, aunque en condición estable.
Los detalles específicos sobre cuántas víctimas están vinculadas a cada cargo aún no han sido revelados, ya que la investigación se encuentra en una etapa temprana. Hammond destacó que las autoridades están revisando un volumen considerable de pruebas, incluidos videos y testimonios de testigos presenciales. “Es importante asegurar que cada víctima reciba la justicia que merece”, subrayó la fiscal.
El accidente ocurrió mientras la ciudad celebraba el título del Liverpool FC, convirtiendo rápidamente un día de alegría colectiva en una escena de tragedia. Un video difundido en redes sociales mostró el momento en que el automóvil conducido por Doyle golpeó violentamente a una persona envuelta en una bandera del club, lanzándola por los aires, antes de dirigirse hacia una multitud aglomerada junto a la carretera.
La Policía de Merseyside confirmó que, hasta el momento, no hay indicios de que el incidente haya sido un acto terrorista. En cambio, parece haber sido obra de un individuo actuando solo. Según investigaciones preliminares, Doyle esquivó un bloqueo de carreteras siguiendo de cerca a una ambulancia que respondía a una emergencia médica.
“Entiendo completamente cómo este incidente nos ha dejado a todos conmocionados y tristes”, expresó la subjefa de la Policía de Merseyside, Jenny Sims, durante una conferencia de prensa. “Nuestros detectives están trabajando incansablemente para responder todas las preguntas que surgieron tras este trágico suceso.”
Doyle permanece bajo custodia policial y está programado para comparecer ante el Tribunal de Magistrados de Liverpool este viernes. Este caso sigue resonando profundamente tanto en Liverpool como en todo el Reino Unido, transformando lo que debería haber sido un día de celebración en un recordatorio sombrío de la fragilidad de la seguridad pública.