NUEVA DELHI/ISLAMABAD, 28 de abril.- La tensión entre India y Pakistán continúa escalando peligrosamente, con enfrentamientos a lo largo de la Línea de Control (LoC) en la región disputada de Cachemira, donde ambos países han intercambiado disparos durante la cuarta noche consecutiva. Estos incidentes amenazan con desencadenar un conflicto abierto entre las dos potencias nucleares.
Violaciones del Alto el Fuego
Según un comunicado emitido este lunes por el Ejército indio, los enfrentamientos comenzaron cuando puestos fronterizos paquistaníes abrieron fuego con armas pequeñas “sin provocación” en áreas opuestas a los distritos de Kupwara y Poonch, en la región de Cachemira controlada por India. Las fuerzas de seguridad indias respondieron “con rapidez y eficacia”, según el comunicado.
Ambos países firmaron un acuerdo de alto el fuego en 2003 para reducir la violencia a lo largo de la LoC, pero este pacto se ha roto repetidamente en los últimos años. En esta ocasión, las violaciones coinciden con una crisis diplomática que estalló tras un ataque terrorista ocurrido el martes pasado en la Cachemira india.
El Ataque Terrorista en Cachemira: El Detonante de la Crisis
El atentado, perpetrado en una pradera turística frecuentada por visitantes locales e internacionales, dejó 25 ciudadanos indios muertos y un ciudadano nepalí fallecido. Nueva Delhi responsabilizó inmediatamente a Islamabad, acusándola de apoyar el “terrorismo transfronterizo”.
El gobierno indio lanzó una intensa operación de búsqueda y captura para localizar a los responsables del ataque, mientras ordenaba medidas punitivas contra Pakistán. Entre estas medidas destacan:
- Expulsión de diplomáticos paquistaníes.
- Revocación de visados de ciudadanos paquistaníes en territorio indio.
- Cierre de la frontera terrestre mutua, afectando el comercio y los movimientos civiles.
- Suspensión del Tratado de Aguas del Indo, firmado en 1960, que había sobrevivido incluso a guerras anteriores entre ambos países.
Estas acciones han llevado a una drástica degradación de las ya tensas relaciones bilaterales.
Escalada Diplomática y Militar
La suspensión del Tratado de Aguas del Indo es particularmente significativa, ya que regula el uso compartido de las aguas de los ríos que fluyen desde la región de Cachemira hacia Pakistán. Este tratado había sido considerado un ejemplo de cooperación exitosa incluso en los momentos más oscuros de la relación entre los dos países. Sin embargo, su suspensión podría tener graves implicaciones económicas y ambientales para Pakistán, que depende en gran medida de estos recursos hídricos.
Por su parte, Islamabad ha rechazado las acusaciones de Nueva Delhi sobre su supuesta participación en el atentado, calificándolas de “infundadas y políticamente motivadas”. Al mismo tiempo, Pakistán ha tomado represalias simétricas, expulsando a diplomáticos indios y endureciendo sus propias políticas fronterizas.
El Contexto Histórico: Una Rivalidad Centenaria
La rivalidad entre India y Pakistán se remonta a la partición de 1947, cuando ambos países obtuvieron la independencia de Gran Bretaña. Desde entonces, han librado tres guerras, dos de ellas específicamente por la región de Cachemira, que sigue siendo un punto crítico de disputa territorial.
Ambos países poseen arsenales nucleares, lo que convierte cualquier escalada militar en una amenaza no solo regional sino global. Según expertos, la retórica beligerante y las acciones recientes podrían aumentar el riesgo de un enfrentamiento directo, especialmente si no hay mediadores internacionales que intervengan.
Reacciones Internacionales
La comunidad internacional ha expresado preocupación por la escalada de tensiones entre los dos gigantes del sur de Asia. Países como Estados Unidos, China y varios miembros de la Unión Europea han instado a ambas partes a ejercer moderación y evitar acciones que puedan desestabilizar aún más la región.
Sin embargo, hasta ahora, las llamadas al diálogo no han tenido éxito. La falta de confianza mutua y las narrativas nacionalistas en ambos países complican cualquier intento de negociación.
Conclusión: Un Futuro Incierto
La situación entre India y Pakistán está en un punto crítico. Los enfrentamientos a lo largo de la Línea de Control, sumados a las medidas diplomáticas y económicas adoptadas por ambos gobiernos, sugieren que la crisis podría seguir escalando. Mientras tanto, la población civil en Cachemira sigue pagando el precio de décadas de conflicto, atrapada entre dos naciones que parecen incapaces de encontrar un camino hacia la paz.
En un mundo cada vez más interconectado, la posibilidad de un conflicto abierto entre dos potencias nucleares plantea riesgos globales que trascienden las fronteras de la región. La comunidad internacional debe actuar rápidamente para evitar que esta crisis derive en una tragedia mayor.