WASHINGTON, 21 abr.- El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes una recompensa de cinco millones de dólares por información que lleve al arresto o condena de dos líderes clave de la pandilla MS-13 (Mara Salvatrucha), considerada desde febrero pasado como una organización transnacional terrorista. La oferta se enmarca dentro del Programa de Recompensas contra el Crimen Organizado Transnacional (TOCRP), lanzado en 2023 para combatir grupos que amenacen la seguridad global.
El Departamento de Estado identificó a Yulan Adonay Archaga Carías, conocido como “Porky”, y a “Alexander Mendoza”, líder de la MS-13 en Honduras, como los objetivos principales de esta iniciativa. Según el comunicado oficial, Archaga Carías es responsable de dirigir actividades delictivas como narcotráfico, lavado de dinero, asesinato, secuestros y otros crímenes violentos, utilizando armamento pesado como ametralladoras. Su nombre figura entre los fugitivos más buscados por la Administración para el Control de Drogas (DEA) y las Investigaciones de Seguridad Nacional.
La MS-13: Una Pandilla Convertida en Amenaza Global
Fundada en Los Ángeles durante la década de 1980 por migrantes salvadoreños, la MS-13 ha evolucionado desde sus orígenes como una pandilla callejera hasta convertirse en una red criminal transnacional con operaciones en varios países de América Central y Estados Unidos. Este mes, el gobierno estadounidense declaró formalmente a la MS-13 como una Organización Terrorista Extranjera (FTO) y un Terrorista Global Especialmente Designado (SDGT), categorías compartidas con seis carteles mexicanos y la banda criminal venezolana Tren de Aragua.
La designación como grupo terrorista implica sanciones económicas y financieras, además de facilitar su persecución judicial en colaboración con gobiernos internacionales. Las autoridades destacaron que la MS-13 no solo se dedica al tráfico de drogas, sino también a actos de violencia extrema, incluyendo asesinatos y secuestros.
Un Mensaje Político en Redes Sociales
Este anuncio ocurre tras un mensaje difundido desde la cuenta oficial del Gobierno de EE.UU. en la red social X (antes Twitter), donde vincularon a un inmigrante recientemente arrestado en Maryland con las prácticas criminales de la pandilla. En el post, sugirieron que este individuo, deportado forzosamente, comparte características comunes con los miembros de la MS-13, como poseer tatuajes distintivos, golpear a su esposa y “pisotear la ley”.
Este tipo de publicaciones ha generado debates sobre la política migratoria del país y cómo se representa a ciertos sectores de la comunidad inmigrante en relación con organizaciones criminales. Para el gobierno, la conexión entre estos grupos y algunos inmigrantes ilegales justifica medidas más estrictas en la frontera y políticas de repatriación acelerada.
Impacto de la Recompensa
La oferta de recompensa subraya el compromiso del gobierno estadounidense con desmantelar redes de pandillas que operan tanto dentro como fuera de sus fronteras. Al ofrecer incentivos económicos significativos, busca colaboración internacional para localizar y detener a líderes clave de estas organizaciones.
El caso de “Porky” y “Alexander Mendoza” es particularmente relevante debido a su influencia en regiones como Honduras, donde la MS-13 sigue siendo una fuerza dominante en actividades ilícitas. Esta iniciativa también refuerza las relaciones de cooperación entre Washington y gobiernos centroamericanos para combatir la expansión de pandillas y reducir sus efectos destructivos en comunidades locales.
Conclusión
El anuncio de una recompensa de cinco millones de dólares por información conducente al arresto de líderes de la MS-13 evidencia la preocupación continua de Estados Unidos por las amenazas que representan las pandillas transnacionales. Con su declaración como organización terrorista, el gobierno busca intensificar la presión sobre sus redes y promover una mayor coordinación regional para enfrentar este fenómeno.
Mientras tanto, mensajes como el difundido en X resaltan la estrategia de vincular problemas sociales y criminales con temas migratorios, generando discusiones sobre seguridad nacional y derechos humanos. Estas acciones marcan un nuevo capítulo en la lucha contra la MS-13 y otras organizaciones similares, mientras mantienen el foco en áreas clave de América Central y Estados Unidos.