REDACCIÓN NEGOCIOS, 20 ABRIL.- El sector del lujo mundial está atravesando un momento crítico. Con la amenaza de subidas arancelarias impulsadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, y la desaceleración económica que desde finales de 2023 afecta a China, uno de sus principales mercados, las marcas premium enfrentan un escenario complejo que podría transformar su estrategia comercial y operativa. Según los expertos, la clave para sobrevivir pasa por adaptarse al cambio, reforzar vínculos con clientes exigentes y explorar nuevos mercados.
Amenazas Arancelarias en EE.UU.: El Impacto en el Lujo
Donald Trump ha concedido una moratoria de 90 días antes de decidir si aplica subidas arancelarias que podrían superar el 20% para productos de lujo importados. Este movimiento representa un nuevo desafío para un sector ya golpeado por la desaceleración de China y la incertidumbre global. Estados Unidos, responsable del 25% del mercado mundial del lujo según Bain & Company, es uno de los pilares de crecimiento para estas marcas. Cualquier cambio en el “sentimiento de mercado” estadounidense tiene repercusiones globales, como explica Claudia D’Arpizio, socia responsable de Moda y Lujo de la consultora.
Más allá del aumento de precios —que los consumidores más ricos podrían absorber con cierta flexibilidad—, factores como la volatilidad bursátil, el menor crecimiento económico y la presión inflacionaria podrían reducir la demanda. Además, si las políticas arancelarias se vuelven permanentes, algunas empresas podrían verse obligadas a replantear sus cadenas de suministro o incluso trasladar parte de su producción a EE.UU., como ya hizo el Grupo LVMH en el pasado.
Sin embargo, esta solución no es sencilla. Las marcas de lujo están profundamente asociadas a conceptos como “Made in Italy” o “Made in France”, elementos clave de su exclusividad. Aunque ciertas líneas podrían adaptarse, mantener la percepción de exclusividad sería un desafío.
Desaceleración en China: Un Golpe Severo
China, junto con Japón y EE.UU., es uno de los mayores compradores de productos de lujo en el mundo. Sin embargo, desde finales de 2023, el país ha registrado una desaceleración económica que ha impactado negativamente al sector. Según un informe de Bernstein, antes incluso de las amenazas arancelarias de EE.UU., ya se preveía una caída del 2% en la facturación global de la industria este año, frente a estimaciones previas de un crecimiento del 5%.
El Grupo LVMH, conglomerado de más de 70 marcas premium, incluidas Louis Vuitton y Tiffany & Co., experimentó recientemente una caída en la Bolsa de París tras anunciar un recorte del 2% en sus ventas del primer trimestre. Este retroceso refleja cómo la pérdida de dinamismo en mercados clave puede debilitar incluso a las empresas más consolidadas.
Estrategias de Supervivencia: Reforzar Marca y Explorar Nuevos Mercados
Frente a estos desafíos, los expertos coinciden en que las marcas deben centrarse en fortalecer su relación con los consumidores ultrarricos y cuidar su imagen de marca. Para Eva Pedrol, directora sénior de Reputación y Liderazgo en LLYC, las empresas deben tejer estrategias reputacionales sólidas que protejan su negocio mediante la anticipación al riesgo y la adaptación al cambio.
“Las principales marcas del lujo son muchas de ellas centenarias, lo que significa que ya han demostrado resiliencia ante nuevas realidades y tendencias”, señala Pedrol. “Aquellas que tomen decisiones audaces y protejan su razón de ser saldrán reforzadas a largo plazo”.
Además, las empresas deben seguir destacando el valor emocional y narrativo detrás de cada diseño, un elemento clave que diferencia el lujo de otros sectores. Los llamados “ultrarricos” buscan exclusividad y autenticidad, por lo que contar historias únicas puede ayudar a mantener su lealtad.
Nuevos Mercados: Oriente Medio como Alternativa
Otra estrategia clave es diversificar geográficamente su presencia. Según Gustavo Martínez, analista financiero de la Universidad Francisco Marroquín, los mercados árabes representan una oportunidad significativa. Países como Emiratos Árabes (Dubái y Abu Dabi) y Qatar (Doha) cuentan con una población de alto poder adquisitivo, un gusto marcado por el lujo y economías menos expuestas a tensiones comerciales globales.
Martínez también destaca que la concentración del mercado del lujo es una tendencia en marcha, como demuestra la reciente compra de Versace por parte de Prada. Esta consolidación permite a las empresas ganar escala y resistir mejor las crisis.
Conclusión: Resiliencia y Adaptación
El sector del lujo enfrenta un entorno incierto marcado por amenazas arancelarias, desaceleración económica en China y cambios en el comportamiento del consumidor. Sin embargo, su capacidad histórica de adaptación ofrece esperanza. Las marcas que logren combinar innovación, exclusividad y expansión hacia nuevos mercados estarán mejor posicionadas para superar este período de turbulencias. Como concluye Pedrol, “las decisiones audaces marcarán la diferencia”.
En un mundo donde los ultrarricos y los aspiracionales buscan experiencias únicas y productos irrepetibles, el lujo sigue siendo más que un bien material: es una declaración de identidad y estatus. Y aunque las condiciones actuales son desafiantes, las marcas que permanezcan fieles a sus valores y evolucionen estratégicamente seguramente emergerán más fuertes.