CIUDAD DE MÉXICO, 15 de abril — El Gobierno de México anunció este martes su intención de entablar un diálogo con Washington para evitar la aplicación de un arancel del 20,91 % a las exportaciones de tomate mexicano hacia Estados Unidos. Esta medida fue anunciada por el gobierno estadounidense bajo la acusación de competencia desleal o “dumping”, argumentando que los productores mexicanos venden sus productos por debajo de los costos de producción, algo que México califica como infundado.
El Anuncio de Estados Unidos: Revisión del Sistema Arancelario
El Departamento de Comercio de EE.UU. anunció el lunes que impondrá un arancel del 20,91 % a partir del 14 de julio, revirtiendo el acuerdo comercial establecido en 2019 durante la primera administración de Donald Trump (2017-2021). Según Washington, el actual sistema arancelario no protege adecuadamente a los productores estadounidenses frente a las “importaciones mexicanas con precios injustos”.
La medida se articula a través de una orden antidumping, que busca penalizar lo que considera precios artificialmente bajos. Sin embargo, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Julio Berdegué, afirmó que estas acusaciones carecen de fundamento:
“Los productores de Florida de tomate nos han acusado, en nuestra opinión sin razón, de que los productores mexicanos venden sus tomates en Estados Unidos por debajo de los costos, lo cual no es cierto, pero llevan décadas en esa historia”, declaró Berdegué durante la conferencia diaria del Gobierno.
Impacto Económico y Social
Berdegué destacó que las implicaciones de este arancel podrían ser graves tanto para los consumidores estadounidenses como para los productores mexicanos. Actualmente, el 90 % de los tomates que importa EE.UU. provienen de México, y en términos globales, seis de cada 10 tomates consumidos en el país norteamericano son mexicanos.
Por otro lado, el 99,8 % de las exportaciones de tomate de México tienen como destino Estados Unidos, representando ventas por 2.562 millones de dólares en 2023, según datos del sitio Data México del Gobierno federal.
El funcionario alertó sobre el encarecimiento de los alimentos en EE.UU. si el arancel se implementa:
“No nos pueden sustituir porque no es que haya un montón de otros países que producen esta cantidad de excelentes tomates a un precio muy conveniente. ¿Qué van a hacer? Simplemente van a pagar 21 % más caros sus tomates”, manifestó Berdegué.
Este aumento podría impactar significativamente a los consumidores estadounidenses, quienes ya enfrentan presiones inflacionarias en varios sectores.
Plazo de 90 Días para Resolver el Conflicto
El secretario Berdegué informó que quedan 90 días para evitar la aplicación del gravamen, tiempo durante el cual México buscará resolver el conflicto mediante el diálogo:
“Vamos a empezar a conversar, a dialogar, como siempre ha dicho la presidenta (Claudia Sheinbaum), buscamos el diálogo y vamos a ver en qué termina esto. Es muy importante decirles a ustedes que estas medidas, estas investigaciones ‘antidumping’ son habituales”, expresó el funcionario.
México confía en demostrar que las acusaciones de dumping son infundadas y en lograr un acuerdo que evite perjudicar tanto a los productores mexicanos como a los consumidores estadounidenses.
Un Conflicto Histórico
Las disputas comerciales entre productores de tomate de Florida y México no son nuevas. Durante décadas, los agricultores estadounidenses han intentado limitar las importaciones mexicanas, argumentando que compiten deslealmente debido a supuestos subsidios gubernamentales y prácticas de precios bajos.
Sin embargo, México insiste en que sus exportaciones cumplen con todas las normativas internacionales y que la competitividad de sus productos se debe a factores como la eficiencia en la producción y las condiciones climáticas favorables.
Conclusión: Un Reto para la Relación Bilateral
¿Qué está en juego? Este conflicto pone a prueba la relación comercial entre México y Estados Unidos, dos socios clave dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Si bien el diálogo parece ser la vía preferida por ambos gobiernos, la falta de un acuerdo podría generar tensiones económicas y políticas significativas.
Para México, el tomate es uno de los productos agrícolas más importantes en términos de exportación, y cualquier medida que limite su acceso al mercado estadounidense tendría un impacto devastador para miles de productores y trabajadores del sector. Por su parte, los consumidores estadounidenses podrían enfrentar precios más altos en un producto básico de su dieta.
En los próximos 90 días, ambas naciones deberán trabajar para encontrar una solución que equilibre los intereses de los productores locales, los consumidores y las cadenas de suministro regionales. De no lograrse, el conflicto podría escalar, afectando aún más la estabilidad económica y política en la región.
Hasta entonces, el diálogo será la herramienta clave para evitar que este episodio se convierta en un obstáculo permanente en la relación bilateral.