GINEBRA, 7 de abril — La Organización Mundial del Comercio (OMC) anunció este lunes que Canadá ha solicitado formalmente consultas con Estados Unidos en respuesta a los aranceles adicionales del 25 % impuestos por el gobierno de Donald Trump a los vehículos y autopartes no fabricados en territorio estadounidense. Este paso constituye el primer nivel dentro del mecanismo de resolución de controversias de la OMC y marca el inicio de un proceso legal que podría escalar a disputas más formales si no se logra una solución amistosa.


El Contexto: Los Aranceles de Trump y su Impacto en Canadá

El pasado 3 de abril, entraron en vigor los nuevos aranceles estadounidenses del 25 % sobre los automóviles y autopartes importados, una medida que afecta directamente a la economía canadiense. Aunque Canadá se libró de la ola global de aranceles del 10 % impuesta por Trump a casi todos los países, ya enfrentaba aranceles previos sobre productos clave como el acero, el aluminio y ahora los automóviles, cuyas consecuencias son devastadoras para uno de sus sectores más estratégicos.

En respuesta, el primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció aranceles de represalia del 25 % sobre ciertas importaciones de automóviles estadounidenses. Este movimiento refleja la determinación de Ottawa por defender sus intereses comerciales frente a lo que considera medidas injustas y proteccionistas.

“Las medidas estadounidenses son incompatibles con diversas obligaciones de Washington en virtud del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994”, señaló el gobierno canadiense en su solicitud de consultas.


El Proceso de Consultas en la OMC

La solicitud de consultas es el primer paso formal dentro del sistema de resolución de disputas de la OMC. Durante este período, ambas partes tienen 60 días para intentar resolver el conflicto mediante negociaciones directas. Si las consultas no logran un acuerdo satisfactorio, el caso puede ser remitido a un panel de expertos para su revisión y decisión vinculante.

Canadá argumenta que los aranceles impuestos por EE.UU. violan varias disposiciones del GATT, incluidas las reglas sobre trato nacional y restricciones cuantitativas. Además, señala que estas medidas distorsionan el comercio internacional y perjudican gravemente a su industria automotriz, uno de los pilares de su economía.


La Parálisis del Órgano de Apelación de la OMC

A pesar de la solicitud de Canadá, el sistema de resolución de disputas de la OMC enfrenta un obstáculo significativo: la parálisis del Órgano de Apelación, el tribunal superior encargado de revisar las decisiones de los paneles de expertos. Desde diciembre de 2019, este órgano no ha podido operar debido al bloqueo de nominaciones por parte de Estados Unidos, iniciado bajo la administración de Barack Obama y continuado por Trump y Joe Biden.

Este sabotaje ha dejado al sistema sin jueces suficientes para emitir fallos finales, lo que limita la capacidad de la OMC para resolver disputas comerciales de manera efectiva. Según analistas, esta estrategia busca debilitar el papel de la OMC y permitir a Estados Unidos imponer unilateralmente sus políticas comerciales.


Impacto Económico y Repercusiones Políticas

La imposición de aranceles del 25 % a los vehículos y autopartes ha generado preocupación en Canadá, especialmente en provincias como Ontario, donde la industria automotriz es vital. Recientemente, el fabricante Stellantis suspendió operaciones en una de sus plantas en Ontario debido a la incertidumbre económica generada por los aranceles.

Además, el Banco de Canadá ha advertido que una guerra comercial prolongada podría tener un impacto negativo permanente en el Producto Interno Bruto (PIB) del país. Las tensiones comerciales también han afectado los mercados financieros, con caídas significativas en las bolsas de valores tras los anuncios de Trump.


Reacciones y Posibles Escenarios Futuros

El caso presentado por Canadá ante la OMC refleja la creciente frustración de los socios comerciales de Estados Unidos con las políticas proteccionistas de Trump. Mientras tanto, el gobierno canadiense ha dejado claro que buscará todas las herramientas disponibles para defender sus intereses económicos.

“Esperamos con interés recibir la respuesta del gobierno de Estados Unidos a esta solicitud y esperamos que se determine una fecha y lugar mutuamente aceptables para llevar a cabo estas consultas”, declaró Ottawa.

Si las consultas fracasan y el caso avanza a un panel de expertos, el proceso podría tomar meses o incluso años, dependiendo de la complejidad del caso y la disponibilidad de recursos dentro de la OMC. Sin embargo, la parálisis del Órgano de Apelación plantea dudas sobre la efectividad del sistema para resolver disputas en el largo plazo.


Conclusión: Un Conflicto de Amplias Implicaciones

La disputa entre Canadá y Estados Unidos sobre los aranceles automotrices subraya las tensiones comerciales globales impulsadas por las políticas proteccionistas de Trump. Para Canadá, esta batalla no solo tiene implicaciones económicas, sino también políticas, dado que su relación con EE.UU. es fundamental para su estabilidad económica.

La capacidad de la OMC para mediar en este conflicto será puesta a prueba, especialmente en un contexto donde su órgano de apelación permanece inoperante. Mientras tanto, los consumidores y las industrias en ambos países enfrentan la incertidumbre de un posible aumento en los precios y una mayor fragmentación del comercio internacional.

Este caso también plantea preguntas sobre el futuro del multilateralismo comercial y la necesidad de reformar instituciones como la OMC para adaptarse a los desafíos actuales. La resolución de esta disputa podría sentar un precedente importante para otras naciones que enfrentan medidas similares por parte de EE.UU.

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