LA HABANA, 1 de abril — El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) registró en marzo un total de 683 protestas, denuncias y acciones cívicas públicas contra el régimen del presidente Miguel Díaz-Canel, marcando un aumento significativo con respecto a las 609 reportadas en febrero y las 654 contabilizadas en marzo del año pasado. Este incremento refleja la creciente desesperación de los cubanos frente a una crisis económica, social y política que empeora día a día.
Alimentación e Inflación: La Chispa Principal
La categoría “Alimentación, inflación y agricultura” fue la más destacada en marzo, con 151 protestas y denuncias, evidenciando el colapso del sistema alimentario en la isla.
El testimonio de Mayelín Carrasco, una madre de tres hijos en Río Cauto, Granma, capturó la atención nacional tras declarar públicamente su hambre y el abandono gubernamental. Su protesta provocó un acto masivo de solidaridad por parte de sus vecinos, quienes exigieron su liberación después de ser detenida por las autoridades.
El desabastecimiento alimentario sigue siendo una constante preocupación. Productos básicos como café, aceite y sal han desaparecido de los mercados subsidiados, mientras que los precios en el mercado informal son inalcanzables para la mayoría de los ciudadanos. Videos compartidos en redes sociales muestran escenas desgarradoras de personas recurriendo a alimentos en estado de descomposición debido a la falta de alternativas.
Apagones Nacionales y Colapso de Servicios Públicos
Los servicios públicos también fueron objeto de protesta, con 120 manifestaciones relacionadas al cuarto apagón nacional registrado en seis meses. Durante casi 72 horas, grandes partes de la isla quedaron sin electricidad, interrumpiendo el suministro de agua, la producción de alimentos y la atención médica.
Un caso emblemático ocurrió en Cienfuegos, donde una intervención quirúrgica debió completarse bajo la luz de un teléfono móvil debido a la falta de energía eléctrica en el hospital. Esta situación no solo expone la fragilidad del sistema energético, sino también su impacto devastador en sectores esenciales como la salud.
Escalada Represiva y Violaciones de Derechos Humanos
El informe del OCC documentó un alarmante aumento en los actos represivos del régimen, pasando de 67 en febrero a 115 en marzo. Estos incluyen:
- Hostigamiento y persecución de presos políticos, opositores y activistas.
- Amenazas legales contra ciudadanos que critican al gobierno en redes sociales.
- Condiciones inhumanas en prisiones, con cinco reclusos comunes fallecidos en la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba.
Uno de los casos más graves fue la condena a siete años de prisión del activista Alexander Mario Fábregas, acusado por publicar comentarios críticos en redes sociales. A pesar de las solicitudes de excarcelación mediadas por el Vaticano, más de 800 presos políticos permanecen encarcelados.
Inseguridad Ciudadana y Violencia
La inseguridad se ha convertido en otra fuente de preocupación, con 108 protestas y denuncias relacionadas a este tema en marzo. Según el OCC, la violencia dejó al menos 13 muertos, incluyendo a un turista canadiense, y 11 desaparecidos.
Una nueva modalidad de delito ha surgido: el secuestro de bienes como motocicletas eléctricas, con criminales exigiendo rescates a los propietarios para su devolución. Este fenómeno refleja la creciente desesperación de una población enfrentando condiciones extremas.
Colapso del Sistema de Salud Pública
El sector salud también fue blanco de críticas tras varios incidentes alarmantes. En uno de ellos, el Instituto de Hematología de Cuba emitió un diagnóstico erróneo para un niño, quien posteriormente fue tratado exitosamente en Estados Unidos gracias a donaciones internacionales.
Además, la expansión de enfermedades como la hepatitis A ha sido exacerbada por la falta de reactivos para diagnóstico, mientras que los apagones han paralizado hospitales y laboratorios. Estas deficiencias ponen en peligro la vida de miles de cubanos dependientes de tratamientos médicos continuos.
Voces de la Oposición y Llamados al Cambio
En medio de esta crisis, figuras públicas y líderes religiosos han elevado sus voces contra el régimen. Sor Nadieska, superiora en Cuba de las Hijas de la Caridad, escribió en redes sociales: “Basta ya, gritamos quienes en conciencia nos rebelamos contra tanta mentira, promesas incumplidas, injusticia y sometimientos. Este pueblo tiene derecho a la vida y a no permanecer en la pobreza”.
Por su parte, el líder opositor José Daniel Ferrer ha intensificado sus esfuerzos para proporcionar alimentos y atención médica a familias vulnerables en Santiago de Cuba, desafiando la represión estatal. También se destacaron publicaciones críticas de figuras como el trovador Silvio Rodríguez y el humorista Ulises Toirac, quienes han expresado su descontento con el estado actual del país.
Conclusión: Un Pueblo al Borde
Las protestas y denuncias recogidas en marzo por el OCC evidencian la profundización de una crisis multifacética que afecta todos los aspectos de la vida cotidiana en Cuba. Desde la falta de alimentos y medicinas hasta la represión política y la inseguridad, el descontento social está alcanzando niveles sin precedentes.
Aunque algunos activistas continúan luchando contra el régimen a pesar de los riesgos, el futuro de Cuba parece incierto. El aumento en las tensiones entre el gobierno y la población podría desembocar en nuevas oleadas de protestas si no se implementan cambios significativos para abordar las demandas urgentes de los ciudadanos.