WASHINGTON, 27 de marzo — En una de las reestructuraciones más drásticas en la historia reciente del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos, el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., anunció este jueves el despido de 10.000 trabajadores y el cierre de varias agencias enteras, incluidas aquellas que supervisan miles de millones de dólares en fondos para servicios de salud mental, adicciones y centros comunitarios en todo el país.
Una “Burocracia Desmesurada e Ineficiente”
En un video publicado en redes sociales, Kennedy criticó duramente al HHS, describiéndolo como una “burocracia desmesurada e ineficiente” con 82.000 empleados. Según el secretario, esta estructura ha contribuido al declive en la salud de los estadounidenses, y prometió hacer “más con menos”.
El anuncio marca el inicio de una transformación radical que reducirá el personal del departamento a 62.000 empleados, eliminando 10.000 puestos mediante despidos directos y otros 10.000 a través de jubilaciones anticipadas y programas de separación voluntaria.
Kennedy reconoció que será un “período doloroso” para las principales agencias de salud del país, responsables de monitorear enfermedades infecciosas, inspeccionar alimentos y hospitales, y supervisar programas de seguro de salud para casi la mitad de la población estadounidense.
Recortes en Agencias Clave de Salud Pública
El HHS detalló los recortes específicos en algunas de las agencias más importantes:
- Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA): Se eliminarán 3.500 empleos. La FDA es responsable de inspeccionar y establecer estándares de seguridad para medicamentos, dispositivos médicos y alimentos.
- Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC): Se recortarán 2.400 empleos. El CDC monitorea brotes de enfermedades infecciosas y trabaja con agencias de salud pública en todo el país.
- Institutos Nacionales de Salud (NIH): Se suprimirán 1.200 empleos. El NIH es reconocido como el principal brazo de investigación en salud pública del mundo.
- Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS): Se eliminarán 300 empleos. El CMS supervisa programas clave como Medicare, Medicaid y el mercado de seguros bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA).
La agencia estima que estos cambios generarán ahorros anuales de 1.800 millones de dólares, aunque no proporcionó detalles sobre cómo se distribuirán esos recursos o si se redirigirán hacia otras prioridades de salud pública.
Cierre de Agencias y Fusión de Funciones
Además de los despidos, Kennedy anunció el cierre de varias agencias enteras, algunas de las cuales fueron creadas por el Congreso hace décadas. Entre ellas se incluyen:
- Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA): Esta agencia supervisa y financia cientos de centros de salud comunitarios en todo el país, inyectando miles de millones de dólares en servicios directos a comunidades locales.
- Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA): Responsable de financiar clínicas de salud mental y operar la línea directa nacional 988 para crisis de salud mental y suicidio.
Estas agencias serán integradas en una nueva entidad llamada Administración para una América Saludable, según anunció Kennedy. Además, la Administración para la Preparación y Respuesta Estratégica, creada tras la pandemia de gripe aviar en 2006 y responsable de mantener la reserva nacional de suministros médicos, será absorbida por el CDC.
Críticas y Preocupaciones
El anuncio ha generado preocupación entre expertos en salud pública y legisladores, quienes advierten que estos recortes podrían debilitar la capacidad del país para responder a emergencias de salud pública, como pandemias o brotes de enfermedades infecciosas.
“Estamos hablando de agencias que son fundamentales para la seguridad y bienestar de millones de estadounidenses”, señaló un representante de una organización sin fines de lucro dedicada a la salud comunitaria. “Eliminar estos recursos podría tener consecuencias devastadoras en comunidades vulnerables.”
Otros han criticado la decisión de fusionar funciones esenciales en una sola administración, argumentando que esto podría diluir la atención específica que requieren áreas como la salud mental, las adicciones y la investigación médica.
Contexto Político y Prioridades
Esta reestructuración refleja las prioridades del gobierno actual, que busca reducir el tamaño del gobierno federal y centralizar funciones. Desde su confirmación como secretario de Salud, Kennedy ha sido objeto de críticas por sus posturas controvertidas, incluida su reticencia a respaldar plenamente las vacunas y su enfoque en temas como la alimentación procesada y la promoción de papas fritas como parte de la dieta saludable.
Los recortes también coinciden con un contexto de ajuste presupuestario en el HHS, cuyo presupuesto anual asciende a 1,7 billones de dólares, la mayor parte destinada a financiar programas como Medicare y Medicaid.
Conclusión
La reestructuración masiva del Departamento de Salud y Servicios Humanos representa un cambio radical en la forma en que Estados Unidos aborda la salud pública. Aunque el gobierno asegura que los cambios permitirán hacer “más con menos”, muchos expertos temen que estas medidas debiliten la infraestructura de salud del país y pongan en riesgo a las poblaciones más vulnerables.
Mientras tanto, queda por ver cómo estas decisiones impactarán la capacidad del sistema de salud para enfrentar futuras crisis y si los ahorros proyectados realmente se traducirán en mejoras tangibles para los estadounidenses. Lo que está claro es que esta reestructuración marcará un antes y un después en la gestión de la salud pública en el país.