CARACAS, 17 de marzo.— El régimen de Nicolás Maduro ha anunciado una inusual propuesta en respuesta a la deportación de presuntos miembros del Tren de Aragua a El Salvador, acusando al gobierno estadounidense de violar los derechos humanos y pidiendo medidas extremas. Entre estas, solicitarán que ningún venezolano viaje a Estados Unidos, bajo el argumento de que no es un país seguro tras las recientes acciones de la administración de Donald Trump.
La Propuesta del Chavismo: Prohibir Viajes a EEUU
El jefe negociador del régimen, Jorge Rodríguez, declaró que pedirá a Maduro emitir una solicitud para que los venezolanos no viajen a Estados Unidos, considerando que el país no garantiza “el Estado de derecho” ni los “derechos humanos elementales”. Esta medida, aunque llamativa, plantea serias dudas sobre su implementación, dado que actualmente no existen vuelos directos entre Venezuela y EE.UU., y las relaciones diplomáticas entre ambos países siguen siendo tensas.
“No vamos a descansar hasta que rescatemos a los secuestrados en El Salvador”, afirmó Rodríguez, refiriéndose a los más de 200 migrantes enviados por EE.UU. bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798. Según el chavismo, estos traslados constituyen un “vulgar secuestro”, ya que aseguran que no se les garantizó el debido proceso.
Rodríguez criticó duramente la decisión del gobierno estadounidense, calificándola como “ilegal”, “anacrónica” y contraria a la Carta de los Derechos Humanos. Además, acusó a Trump de firmar una “proclama que entrará en las páginas de la diplomacia internacional como muestra de infamia, barbaridad y barbarie”.
EE.UU. Defiende su Postura: “Seguros de sus Identidades”
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, reiteró que el gobierno estadounidense no tiene dudas sobre la pertenencia de los deportados al Tren de Aragua. Según ella, la decisión se basó en “información de inteligencia” recolectada por agencias fronterizas y de inmigración.
“Puedo asegurar al pueblo estadounidense que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el ICE y el Departamento de Seguridad Nacional están seguros de las identidades de las personas que iban en esos aviones y de la amenaza que representan para nuestra patria”, declaró Leavitt.
De los 261 migrantes deportados:
- 137 venezolanos fueron expulsados bajo la Ley de Enemigos Extranjeros.
- 101 venezolanos fueron deportados bajo procedimientos regulares de inmigración (Título 8).
- 23 salvadoreños supuestamente vinculados a la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) también fueron retornados a su país.
Los venezolanos enviados a El Salvador fueron encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), mientras que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, expresó gratitud por el acuerdo con Trump.
Controversias Legales y Políticas
Un juez federal bloqueó la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros el sábado, ordenando que los aviones regresaran si aún estaban en el aire. Sin embargo, según la Casa Blanca, los vuelos ya habían abandonado territorio estadounidense antes de la decisión judicial.
El uso de esta ley, prácticamente inactiva desde la Segunda Guerra Mundial, ha generado críticas tanto dentro como fuera de EE.UU. Organizaciones de derechos humanos han denunciado la falta de transparencia y el riesgo de criminalizar migrantes sin pruebas contundentes.
El Caso de los Migrantes en El Salvador
El destino de los deportados ha sido objeto de debate. Encarcelados en el CECOT, los venezolanos enfrentan condiciones severas, mientras que el gobierno de Bukele justifica su detención como parte de su lucha contra el crimen organizado.
Sin embargo, organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos cuestionan la legalidad de estas detenciones y denuncian que muchos de los migrantes podrían ser inocentes o haber sido señalados injustamente.
“Ninguno de los venezolanos llevados a El Salvador ha cometido absolutamente ningún delito en ese país, ¿por qué están allá?”, dijo Rodríguez, insinuando que podrían buscar formas de repatriarlos.
Relaciones Tensas entre Venezuela y EE.UU.
La deportación masiva de venezolanos bajo la Ley de Enemigos Extranjeros marca un nuevo capítulo de hostilidad entre Caracas y Washington. Mientras el chavismo busca capitalizar políticamente esta crisis, acusando a EE.UU. de violar derechos fundamentales, el gobierno de Trump justifica sus acciones como necesarias para proteger la seguridad nacional.
Esta disputa también podría tener implicaciones regionales, especialmente si el régimen de Maduro intensifica sus críticas y busca aliados internacionales para deslegitimar las acciones de EE.UU.
Conclusión: Un Conflicto Sin Resolución Clara
La deportación de presuntos miembros del Tren de Aragua ha exacerbado las tensiones entre Venezuela y EE.UU., generando debates sobre derechos humanos, seguridad nacional y soberanía. Mientras el chavismo promete “rescatar” a los deportados y prohibir viajes a EE.UU., la administración Trump defiende su estrategia como una medida crucial contra el crimen organizado.
“Esta situación evidencia la complejidad de las relaciones internacionales en un contexto de migración masiva y seguridad global”, comentó un analista político.
El futuro dependerá de cómo ambas partes gestionen este conflicto, pero lo cierto es que las consecuencias ya están afectando a miles de migrantes y familias en ambos lados del espectro.