BOGOTÁ, 27 feb.- La vicepresidenta y exministra de la Igualdad de Colombia, Francia Márquez, denunció este jueves que su vida y la de su familia están en peligro debido a sus críticas públicas sobre casos de corrupción dentro del Gobierno del presidente Gustavo Petro. En un comunicado, Márquez afirmó que las amenazas son una consecuencia directa de su decisión de “señalar lo que está mal” y no callarse ante situaciones que considera contrarias al cambio prometido durante la campaña electoral.

«Hoy, mi vida corre peligro. Denunciar la corrupción y señalar lo que está mal tiene consecuencias. No me han atacado con argumentos, sino con amenazas contra mi vida y la de mi familia. Aún así, no me callarán, no me rendiré. Porque el cambio que prometimos, no será frenado por el miedo», expresó Márquez.


El Caso Armando Benedetti: El Punto de Quiebre

Las tensiones entre Márquez y el Gobierno se agudizaron el pasado 4 de febrero, cuando el presidente Petro nombró al controvertido político Armando Benedetti como jefe de Despacho de la Presidencia. Benedetti, quien enfrenta múltiples procesos judiciales por presunta corrupción, fue señalado por Márquez y otros altos funcionarios como una figura incompatible con los principios éticos del actual Gobierno.

Durante un consejo de ministros transmitido en vivo, Márquez cuestionó abiertamente la decisión de Petro:

«No me parece, y respeto a Benedetti, pero no comparto su decisión (de nombrarlo jefe de despacho); la respeto porque usted es el jefe de Estado y es el presidente, pero no comparto su decisión de traer a este Gobierno a esas personas que sabemos que tienen gran parte de responsabilidad con lo que está pasando», declaró entonces.

Este desencuentro público marcó un punto de quiebre dentro del Ejecutivo. Varias figuras clave, incluida la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, renunciaron en protesta por el nombramiento de Benedetti, quien dejó el cargo poco después para asumir como ministro del Interior esta semana.


Un Distanciamiento con Petro

Según medios locales, Márquez ha estado distanciándose progresivamente del presidente Petro. Esta semana, la vicepresidenta anunció su renuncia como jefa de la cartera de la Igualdad, aunque en su comunicado de este jueves no confirmó explícitamente si ya dejó el ministerio o si continuará en él.

«Mi compromiso con Colombia no termina por estar dentro o fuera de un ministerio. Seguiré trabajando por la gente y no me detendré hasta llevar la igualdad y la equidad a cada rincón de Colombia», aseguró.

Márquez reiteró que su lealtad no consiste en guardar silencio frente a decisiones que considera equivocadas, sino en advertir cuando el rumbo del Gobierno se desvía de los intereses del pueblo:

«Cuando señalo lo que considero que no está bien en el Gobierno, no es para destruir, sino para construir un camino más firme y honesto».


Amenazas y Ataques Políticos

La vicepresidenta también denunció que, además de las amenazas directas, ha sido objeto de ataques políticos diseñados para dañar su imagen. Según ella, algunos sectores intentan involucrarla en “escándalos o maniobras políticas” para deslegitimar sus denuncias.

«La corrupción no tiene cabida en el cambio que prometimos. Como dijo (el libertador, Simón) Bolívar: ‘Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía’, y cuando el Gobierno cede ante el chantaje de quienes susurran en la sombra, es el país entero el que termina pagando el precio», subrayó.


Un Compromiso Intacto con el Pueblo

A pesar de las tensiones internas y las amenazas externas, Márquez aseguró que su compromiso con el pueblo colombiano sigue intacto. Reiteró que su lucha por la igualdad y la justicia social no depende de su posición dentro del Gobierno, sino de su convicción personal.

«Siempre he hablado con transparencia y con la verdad, nunca he guardado silencio. Porque la lealtad no es callar, la lealtad es advertir cuando el rumbo se desvía del camino, de la gente», concluyó.


Un Llamado a la Transparencia y la Honestidad

La situación de Francia Márquez refleja las tensiones internas que enfrenta el Gobierno de Gustavo Petro, especialmente en torno a temas de ética y transparencia. Mientras algunos sectores critican la inclusión de figuras polémicas como Benedetti, otros ven en las denuncias de Márquez un llamado necesario para mantener el rumbo del cambio prometido.

Sin embargo, las amenazas contra su vida evidencian los riesgos que enfrentan quienes deciden confrontar la corrupción en Colombia. Para Márquez, su lucha no es solo política, sino moral: defender los principios de igualdad, justicia y honestidad que inspiraron su trayectoria desde sus inicios como activista ambiental.

El futuro de su relación con el Gobierno y su papel en la agenda nacional siguen siendo inciertos, pero una cosa es clara: Francia Márquez no piensa rendirse. Su voz seguirá resonando como un recordatorio de que el verdadero cambio requiere valentía y transparencia, incluso frente al miedo y la adversidad.

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