VIÑA DEL MAR (Chile), 24 feb.- La noche del domingo se convirtió en una de las más controvertidas de la 64ª edición del Festival Internacional de Viña del Mar, cuando el cómico venezolano George Harris fue recibido con abucheos, silbidos y gritos incluso antes de comenzar su presentación. Lo que debía ser una actuación humorística terminó en un enfrentamiento verbal entre el artista y el público, desatando una polémica sobre xenofobia, humor y tolerancia.


Una Recepción Hostil desde el Inicio

Desde el momento en que George Harris subió al escenario, un sector del público de la Quinta Vergara —conocido como “el monstruo” por su capacidad para aplaudir o rechazar a los artistas— lo recibió con silbidos y gritos hostiles. Según el director del festival, Alex Fernández, este grupo estaba organizado y tenía una actitud premeditada contra el humorista debido a su nacionalidad venezolana.

Fernández admitió que nunca imaginaron que un grupo de chilenos pudiera “socavar” la actuación de Harris de manera tan agresiva, especialmente porque su rutina había sido previamente revisada por el equipo organizador y considerada divertida. Sin embargo, reconoció que hubo un componente xenófobo en los ataques, ya que algunos ciudadanos venezolanos presentes en el recinto también fueron blanco de insultos por parte de ese sector del público.


Errores Críticos en la Actuación

El director del festival señaló que Harris cometió dos errores clave que contribuyeron al desenlace caótico de su presentación:

  1. Distraerse de su rutina: Según Fernández, Harris tenía una rutina sólida preparada, pero se distrajo al intentar responder a los gritos e insultos del público en lugar de mantenerse enfocado en su actuación.
  2. Enfrentarse directamente al público: En lugar de ignorar los abucheos, Harris decidió confrontar a la audiencia con comentarios que aumentaron la tensión. Frases como “yo no puedo creer que una gente compre una entrada para pitar toda la noche” y “levántate una venezolana, marico” fueron interpretadas como provocativas e hirientes, lo que exacerbó aún más la situación.

Harris abandonó el escenario en dos ocasiones durante su breve actuación de 20 minutos, dejando claro que la presión del público lo superó. Su salida final estuvo marcada por un comentario polémico que muchos calificaron como inapropiado y ofensivo, alimentando aún más la controversia.


Reacciones Divididas

Apoyo desde Venezuela

La modelo venezolana Catherine Fulop, quien fue coronada como Reina del Festival de Viña en su edición número 50, salió en defensa de Harris a través de redes sociales. Fulop destacó el talento del humorista y su capacidad para llevar alegría a pesar de las dificultades que enfrenta su país natal.

“Tu talento extraordinario ha calmado el dolor, la tristeza de todo un pueblo que ha sufrido lo más horrible que le puede pasar: que nos roben nuestro país”, escribió Fulop. “Siento que fue una minoría, que esto no representa a los chilenos”.

Críticas desde Chile

Por otro lado, algunos asistentes y críticos señalaron que la actitud de Harris frente al público fue contraproducente. Argumentaron que, como artista invitado a uno de los festivales más importantes de América Latina, debería haber sabido manejar mejor la presión y evitar confrontaciones directas.


Un Contexto de Tensión Social

Este incidente no es el primero en el que el público de Viña del Mar muestra su descontento hacia un artista. El año pasado, la humorista chilena Javiera Contador también abandonó el escenario llorando tras recibir sonoros abucheos. Estos episodios reflejan la complejidad de un público exigente y, en ocasiones, polarizado.

Además, el caso de Harris debe entenderse dentro del contexto migratorio en Chile. En los últimos años, el país ha recibido un flujo significativo de inmigrantes venezolanos, lo que ha generado tensiones sociales en algunos sectores. Aunque la mayoría de los chilenos han mostrado solidaridad, incidentes como este evidencian que existe una minoría que mantiene actitudes xenófobas.


¿Humor o Intolerancia?

El enfrentamiento entre Harris y el público plantea preguntas fundamentales sobre el papel del humor en la sociedad y la responsabilidad tanto de los artistas como del público. Para algunos, el humor debe tener libertad absoluta, incluso si incomoda; para otros, los límites deben estar claros, especialmente en contextos multiculturales donde ciertos temas pueden ser sensibles.

El director del festival, Alex Fernández, reconoció que la organización no anticipó la magnitud de la reacción negativa y prometió tomar medidas para evitar situaciones similares en el futuro. Sin embargo, también destacó que el humor debe ser valorado por su capacidad para generar reflexión y risas, más allá de diferencias culturales o políticas.


Un Incidente que Deja Lecciones

La polémica actuación de George Harris en Viña del Mar deja varias lecciones. Por un lado, pone de manifiesto la necesidad de fomentar un diálogo abierto sobre xenofobia y discriminación en espacios públicos. Por otro, subraya la importancia de que los artistas mantengan la calma y profesionalismo ante audiencias difíciles.

Aunque el incidente ha generado división, también ofrece una oportunidad para reflexionar sobre cómo construir sociedades más inclusivas y respetuosas. Como señaló Catherine Fulop, “esto no representa a los chilenos”. La esperanza es que episodios como este sirvan para fortalecer la empatía y el entendimiento mutuo, en lugar de profundizar las grietas.

El Festival de Viña del Mar seguirá adelante, pero esta edición quedará marcada por un debate que trasciende el ámbito del entretenimiento.

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