DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos, 26 enero.- La reciente sugerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reasentar a palestinos desplazados de Gaza en Egipto y Jordania ha generado un amplio rechazo tanto de estos países como de los propios palestinos, quienes temen perder definitivamente su derecho a regresar a su tierra.
Durante un evento el sábado, Trump planteó la idea de “limpiar” la devastada Franja de Gaza, sugiriendo el reasentamiento “temporal o a largo plazo” de los palestinos en países vecinos. “Literalmente es un sitio de demolición en este momento”, afirmó Trump, aludiendo a los estragos causados por la reciente campaña militar de Israel contra Hamás.
Reacciones internacionales y preocupaciones locales
Egipto y Jordania, dos países aliados de Estados Unidos y con tratados de paz con Israel, ya habían rechazado propuestas similares al inicio del conflicto. Ambos apoyan la creación de un estado palestino independiente y consideran que el desplazamiento permanente de los habitantes de Gaza socavaría esta solución.
El presidente egipcio, Abdul Fatá el Sisi, advirtió que recibir un gran número de refugiados palestinos podría desestabilizar la seguridad en el Sinaí, una región ya sensible. “La paz que hemos logrado desaparecería de nuestras manos”, afirmó, refiriéndose al histórico tratado de Camp David.
Por su parte, Jordania, que alberga a más de 2 millones de refugiados palestinos, también rechazó la idea, subrayando que asumir más desplazados podría generar tensiones internas y desestabilizar al país.
Contexto histórico y preocupaciones palestinas
La propuesta de Trump ha reavivado los temores palestinos de una nueva “Nakba” (catástrofe), similar al éxodo masivo que ocurrió en 1948 y 1967, cuando cientos de miles de palestinos fueron desplazados. Actualmente, muchos en Gaza consideran que el desplazamiento sería definitivo, cerrando cualquier posibilidad de retorno.
Grupos de derechos humanos han señalado que las políticas israelíes en Gaza podrían calificarse como limpieza étnica, mientras que la destrucción masiva en la región ha desplazado al 90% de los 2.3 millones de habitantes.
Posibles implicaciones económicas y diplomáticas
La presión de Estados Unidos, mediante sanciones o la reducción de ayudas económicas, podría influir en Egipto y Jordania. Ambos países dependen de miles de millones de dólares en asistencia estadounidense, aunque aceptar refugiados podría desestabilizarlos aún más.
Además, la propuesta podría tensar las relaciones entre Washington y otros aliados clave de la región, como Arabia Saudí y Qatar, que respaldan la causa palestina. Esto complicaría los esfuerzos de Trump por normalizar relaciones entre Israel y países árabes como Arabia Saudí, una prioridad en su agenda diplomática.
La propuesta de reasentamiento de Trump, aunque vista favorablemente por sectores ultranacionalistas en Israel, enfrenta un amplio rechazo en Medio Oriente, destacando las tensiones y complejidades que rodean el conflicto palestino-israelí.