WASHINGTON, 25 de enero.– El presidente Donald Trump ha ordenado la congelación de casi todos los fondos para los programas de ayuda exterior por un periodo de 90 días, tras firmar una orden ejecutiva que entra en vigor de manera inmediata. La medida afecta gravemente a las iniciativas financiadas por el Departamento de Estado y la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), aunque se excluyen de la pausa la asistencia alimentaria de emergencia y la ayuda militar destinada a Israel y Egipto.
El secretario de Estado, Marco Rubio, ha enviado un memorando a todas las embajadas y oficinas diplomáticas de Estados Unidos en el mundo para detener la entrega de fondos y suspender la aprobación de nuevas ayudas. Según informa CNN, funcionarios gubernamentales han expresado su preocupación por el alcance de esta medida, describiéndola como “amplia e inmediata”, y advirtiendo sobre sus posibles consecuencias humanitarias.
La orden ejecutiva argumenta que la “ayuda exterior y la burocracia de Estados Unidos no están alineadas con los intereses nacionales y, en muchos casos, son contrarias a los valores estadounidenses”. No obstante, críticos han señalado que la decisión amenaza la vida de comunidades en crisis alrededor del mundo y socava décadas de apoyo bipartidista a la asistencia internacional.
Abby Maxman, directora de una organización de ayuda humanitaria, advirtió que “la administración Trump está poniendo en riesgo vidas y abandonando un enfoque histórico de Estados Unidos que priorizaba las necesidades de las personas por encima de la política”.
Estados Unidos, como el mayor donante humanitario del mundo, tiene una amplia presencia en crisis globales, y la pausa en los fondos podría interrumpir programas esenciales en regiones que dependen de estas ayudas para atender necesidades básicas como salud, educación y desarrollo comunitario.
La comunidad internacional y las organizaciones humanitarias observan con preocupación los efectos inmediatos de esta medida, mientras se espera que el Congreso y otras agencias respondan ante los posibles impactos de la orden ejecutiva.