NUEVA YORK, 25 de enero.- La cadena minorista estadounidense Target, una de las más populares en el país, ha decidido poner fin a sus políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), siguiendo una tendencia de cambio que ya ha sido adoptada por otras grandes empresas en respuesta al mandato de Donald Trump.
La compañía, conocida por su apoyo a la comunidad LGTB y las minorías raciales, comunicó que descontinuará las “metas” de DEI establecidas hace tres años, en un esfuerzo por “generar crecimiento y estar en sintonía con el panorama externo en constante evolución”, según un comunicado oficial.
Kiera Fernandez, jefa de equidad e impacto comunitario de Target, explicó a los empleados que esta decisión es el resultado de “muchos años de datos, conocimientos, escucha activa y aprendizaje”, según reportó CNBC.
Aunque la orden de Trump afecta al sector público de EE. UU., no a las empresas privadas, muchas grandes compañías ya se habían adaptado a la nueva administración antes de la investidura del expresidente. Entre estas empresas se incluyen gigantes como Meta, Amazon, McDonald’s y Walmart.
Las políticas de DEI en muchas empresas se establecieron a raíz de las protestas del movimiento Black Lives Matter tras el asesinato de George Floyd en 2020, que llamó a una reflexión nacional sobre la justicia racial. Sin embargo, el panorama político actual y el fallo del Tribunal Supremo de EE. UU. en contra de la discriminación positiva en universidades han influido en el desmantelamiento de algunas de estas iniciativas.
El cambio también se ha visto impulsado por presiones de grupos conservadores, que han amenazado con boicots a las empresas que mantuvieran políticas que consideraran ideológicas. En muchos casos, como el de Target, se ha señalado la necesidad de ajustar las estrategias empresariales a los tiempos y las demandas de los consumidores en un contexto de cambio político.
La decisión de Target llega tras la reciente orden ejecutiva de Trump que eliminó los programas federales de equidad, diversidad e inclusión, y la disposición que obliga a los empleados contratados bajo estas iniciativas a ser puestos en licencia, mientras diseñan un plan para su eventual despido.
Este giro en la política corporativa refleja una respuesta a los nuevos vientos políticos en Estados Unidos, y podría marcar un punto de inflexión en las estrategias de las empresas respecto a la diversidad y la inclusión en el futuro cercano.