WASHINGTON, 23 ene. El presidente Donald Trump, en su tercer día completo en el cargo, ofreció un discurso virtual desde la Casa Blanca al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, en el que instó a las élites globales a trasladar la fabricación a Estados Unidos a cambio de impuestos más bajos, y advirtió que quienes no lo hagan enfrentarán aranceles significativos.

“Vengan a fabricar su producto en Estados Unidos y les ofreceremos algunos de los impuestos más bajos que cualquier nación en la tierra”, declaró Trump. Sin embargo, añadió: “Si no fabrican su producto en Estados Unidos, tendrán que pagar un arancel… que dirigirá cientos de miles de millones de dólares e incluso billones de dólares a nuestro tesoro”.

Inversiones extranjeras y relaciones internacionales

Trump también destacó su conversación reciente con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, afirmando que el reino planea invertir 600.000 millones de dólares en Estados Unidos. El presidente expresó su intención de pedir que esa cifra aumente a 1 billón de dólares, lo que generó risas entre los asistentes en Davos.

El fundador del foro, Klaus Schwab, reconoció el impacto de la agenda de Trump en las discusiones del evento y lo invitó a participar presencialmente en la próxima cumbre anual.

En cuanto a política internacional, Trump reiteró su compromiso de terminar la guerra entre Rusia y Ucrania. “Realmente me gustaría poder reunirme pronto con el presidente Putin y terminar esa guerra. Esa guerra es horrible”, comentó. También culpó a la alianza OPEP+ de mantener altos los precios del petróleo, factor que, según él, prolonga el conflicto.

El impacto de los precios del petróleo

Trump sugirió que una caída en los precios del petróleo podría poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, señalando que las ventas de petróleo son el motor de la economía rusa. Criticó a la OPEP+ por su papel en mantener altos los precios durante gran parte del conflicto.

No obstante, los precios del petróleo han mostrado caídas recientes debido a una menor demanda en China y al aumento de la producción en países como Brasil y Argentina, que no forman parte de la OPEP+.

La participación de Trump en Davos marca el inicio de una administración que busca posicionar a Estados Unidos como un destino prioritario para la inversión global, mientras aborda desafíos internacionales críticos.

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