WASHINGTON, 22 enero. El Gobierno del expresidente Donald Trump suspendió abruptamente los vuelos de unos 10,000 refugiados que ya habían recibido autorización para reasentarse en Estados Unidos, según un memorando del Departamento de Estado obtenido por CNN. Esta decisión afecta a miles de personas que habían completado un proceso de aprobación que puede tomar años, dejando en el limbo a refugiados en distintas partes del mundo.

La orden ejecutiva, firmada el lunes por Trump, calificó el programa de admisión de refugiados como “perjudicial para los intereses” del país y estableció su suspensión a partir del 27 de enero. Sin embargo, la implementación parece haberse adelantado, sin claridad sobre las razones detrás de este cambio.

Impacto en los refugiados y su reasentamiento

El memorando interno indica que todos los viajes previamente programados han sido cancelados, y los Centros de Apoyo al Reasentamiento (RSC) tienen instrucciones de no gestionar nuevas reservas. Entre los afectados se encuentran más de 1,600 refugiados afganos, incluidos colaboradores de las tropas estadounidenses y familiares de militares en activo.

Este grupo, aprobado como parte de un programa establecido tras la retirada de tropas de Afganistán en 2021, enfrenta ahora una incertidumbre profunda. “Esto representa un golpe devastador para quienes arriesgaron sus vidas apoyando a Estados Unidos”, expresó un portavoz de una organización de derechos humanos.

Paralelismos con el pasado y estrategia actual

Durante su primer mandato, Trump implementó órdenes ejecutivas conocidas como ‘veto musulmán’, que restringieron la entrada de ciudadanos de países de mayoría musulmana. Estas políticas generaron protestas masivas y caos en aeropuertos de EE.UU., además de múltiples desafíos legales.

En esta ocasión, la estrategia parece haber cambiado. En lugar de permitir que los refugiados lleguen a EE.UU. antes de enfrentar las restricciones, la orden evita su embarque, minimizando las escenas de caos en territorio estadounidense pero dejando miles de vidas en el aire.

Reacciones internacionales

Organizaciones humanitarias y gobiernos aliados han expresado preocupación por el impacto de esta medida. Expertos señalan que la suspensión debilita los esfuerzos globales de reasentamiento y pone en riesgo la credibilidad de Estados Unidos como líder en la protección de refugiados.

El futuro de las personas afectadas sigue siendo incierto, mientras las agencias de reasentamiento intentan encontrar soluciones temporales. Sin embargo, la orden de suspensión no tiene fecha de finalización, lo que aumenta la desesperación entre quienes habían depositado su esperanza en un nuevo comienzo en Estados Unidos.

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