OTTAWA, 22 enero. El primer ministro Justin Trudeau evitó mostrar una postura confrontativa en su respuesta inicial a las amenazas del expresidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles punitivos a las importaciones canadienses. En cambio, ofreció un discurso enfocado en los beneficios de la cooperación económica entre ambas naciones.
Durante su intervención el martes, Trudeau subrayó que si Trump busca inaugurar una “edad de oro” para Estados Unidos, necesitará de los recursos energéticos, minerales críticos y demás insumos que Canadá puede proveer. Esta declaración fue una clara señal de que Ottawa está dispuesta a mantener relaciones comerciales sólidas a pesar de las tensiones.
El expresidente Trump había sugerido anteriormente la posibilidad de implementar aranceles perjudiciales contra Canadá y México a partir del 1 de febrero. Sin embargo, en su primer día en el cargo optó por ordenar un estudio sobre prácticas comerciales, que deberá estar concluido antes del 1 de abril.
Trudeau desestimó las afirmaciones de Trump sobre problemas fronterizos, destacando que menos del 1% del fentanilo y de los migrantes que ingresan a Estados Unidos provienen de Canadá. Además, destacó que su gobierno ha invertido 1.300 millones de dólares en reforzar la seguridad fronteriza como parte de un esfuerzo para mantener una relación estable con su vecino del sur.
A pesar de las tensiones, el primer ministro canadiense aseguró que su objetivo principal sigue siendo evitar la imposición de aranceles. Sin embargo, advirtió que si estas medidas se implementan, Canadá responderá con firmeza. “Nuestra respuesta será contundente, rápida y mesurada, pero muy contundente. El objetivo será eliminar esos aranceles lo antes posible”, enfatizó Trudeau.
Estas declaraciones reflejan la estrategia de su gobierno para equilibrar la cooperación con una respuesta preparada frente a cualquier acción unilateral por parte de Estados Unidos.