Nueva York, 22 dic. Conductores de Amazon y baristas de Starbucks han iniciado huelgas en varias ciudades de Estados Unidos, intensificando la presión sobre estas grandes corporaciones para que reconozcan a sus trabajadores como empleados sindicalizados y cumplan con las demandas de contratos laborales iniciales.

Las huelgas comenzaron el jueves y el viernes, destacándose en un contexto de recientes enfrentamientos entre corporaciones y sindicatos en Estados Unidos. Este año, trabajadores de industrias como la aviación, los puertos y el entretenimiento lograron concesiones significativas tras movilizaciones, pero los empleados de Amazon y Starbucks enfrentan obstáculos para concretar sus primeros contratos laborales.

Motivos y contexto de las huelgas

Ambas compañías han resistido los esfuerzos de organización sindical, a pesar de los avances logrados por los trabajadores. Amazon se niega a reconocer los esfuerzos de sindicalización de conductores y trabajadores de almacén, mientras que Starbucks ha retrasado las negociaciones contractuales con las tiendas que lograron sindicalizarse.

El momento de las huelgas, cerca de las fiestas navideñas, no es casual. Esta época de alta actividad económica permite a los sindicatos ejercer mayor presión en busca de apoyo público y avances en sus demandas.

Las huelgas se producen tras un aumento en los esfuerzos sindicales iniciados después de la pandemia de COVID-19, que visibilizó la importancia de los trabajadores esenciales y profundizó el debate sobre la desigualdad económica en Estados Unidos.

Huelgas lideradas por los Teamsters en Amazon

El sindicato Teamsters, que representa a trabajadores del sector público y privado, informó que conductores de Amazon están en huelga en estaciones de entrega en California, Nueva York, Atlanta y otros estados. Estas acciones surgieron después de que la empresa ignorara un plazo para iniciar negociaciones contractuales.

El sindicato exige salarios más altos, mejores prestaciones y condiciones de trabajo más seguras para empleados que, según argumentan, enfrentan inseguridad económica mientras trabajan para una empresa valuada en 2,3 billones de dólares.

Amazon, por su parte, sostiene que los conductores no son empleados directos, ya que trabajan para contratistas independientes. Sin embargo, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) concluyó en septiembre que los conductores deberían ser considerados empleados conjuntos de Amazon, lo que podría obligar a la compañía a negociar con los Teamsters.

Negociaciones y huelgas en Starbucks

En Starbucks, el sindicato Workers United acusa a la empresa de no cumplir con un compromiso de negociar un contrato antes de fin de año. Las huelgas comenzaron en tiendas de Chicago, Los Ángeles y Seattle, extendiéndose a otras ciudades como Denver, Pittsburgh y Nueva York.

El sindicato exige aumentos salariales y la resolución de cientos de casos de prácticas laborales injustas presentados ante la NLRB. Según Workers United, las huelgas podrían expandirse a cientos de tiendas en todo el país antes de Nochebuena.

Por su parte, Starbucks sostiene que ya ofrece un paquete de beneficios valorado en 30 dólares por hora para empleados que trabajan al menos 20 horas a la semana.

Expectativas ante cambios políticos

Expertos señalan que estas huelgas buscan avances antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo en enero. Se teme que una mayoría republicana en la NLRB sea menos favorable a los sindicatos, complicando las negociaciones futuras.

El apoyo o rechazo de Trump hacia los sindicatos en su segundo mandato será clave para evaluar su compromiso con la clase trabajadora, según Patricia Campos-Medina, directora del Instituto de Trabajadores de la Universidad de Cornell.

Las huelgas en Amazon y Starbucks resaltan los desafíos del movimiento sindical en un momento de creciente desigualdad económica y resistencia corporativa. Estas movilizaciones podrían marcar un punto de inflexión en la lucha por los derechos laborales en Estados Unidos.

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