Bogotá, 21 de diciembre. Miguel Rodríguez Orejuela, exlíder del Cartel de Cali y uno de los mayores narcotraficantes de Colombia, ha enviado una carta al presidente Gustavo Petro solicitando ser nombrado «gestor de paz» para tratar de «resarcir en parte al pueblo colombiano».
La misiva, fechada en abril, fue entregada a Petro hace una semana por el director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, quien hizo pública una copia del documento en su cuenta de X. Según Bolívar, el presidente colombiano aún no ha tomado una decisión al respecto.
En la carta, Rodríguez Orejuela, actualmente encarcelado en Estados Unidos, expresa su deseo de contribuir al proceso de paz del país, basando su propuesta en su experiencia como uno de los actores principales del conflicto armado colombiano. Destacó que su intención es «enmendar con compromisos reales los posibles daños causados» y reconoció los «muchos errores» cometidos durante su tiempo como capo del Cartel de Cali, aunque también mencionó «algunos aciertos».
Rodríguez Orejuela, junto a su hermano Gilberto, lideró el Cartel de Cali, conocido por su cruento enfrentamiento con Pablo Escobar y su participación en el narcoterrorismo de los años 80 y 90. En la carta, remarcó que el pueblo colombiano solo desea conocer la verdad de esa «época oscura», marcada por la corrupción y la violencia, y expresó su deseo de que este capítulo de la historia pueda cerrarse de manera definitiva para avanzar hacia una paz duradera.
A lo largo de la carta, el exnarcotraficante también criticó a la Fiscalía colombiana por incumplir acuerdos con él y su familia, lo que calificó como un «entrampamiento» sistemático. Además, sugirió que los gobiernos de Colombia y Estados Unidos evalúen el desmantelamiento pacífico y negociado del narcotráfico en el país.
Un llamado al perdón y la reconciliación
Rodríguez Orejuela se mostró dispuesto a contar su versión de los hechos sin odio ni revanchas, buscando el «perdón divino» y el «perdón» de la sociedad colombiana, asegurando que ya está pagando por sus errores. Sin embargo, advirtió que nombrar a los principales actores del terrorismo de la época podría generar una «apología al delito» y reavivar tensiones.
El exnarco destacó la importancia de la verdad, el perdón y la reconciliación para resolver los conflictos del país y expresó su compromiso con la paz, instando al Gobierno colombiano a considerar su propuesta como parte del proceso de paz en Colombia.