Redacción Deportes, 17 dic.- A los 35 años, el venezolano Salomón Rondón, delantero del Pachuca mexicano, se prepara para disputar este miércoles la final de la Copa Intercontinental, donde buscará un milagro ante el Real Madrid y tratar de coronar su segunda juventud como futbolista, que ha conseguido a base de goles y esfuerzo incansable.
Con 26 goles, cinco asistencias y tres títulos en su haber, Rondón ha registrado sus mejores números en el 2025, lo que le ha valido ser nominado en la primera fase del prestigioso premio ‘The Best’ de la FIFA, en una lista que incluye a grandes delanteros como Mbappé, Messi, Haaland y Vinicius.
“Estamos para darle guerra a cualquiera”, comentó el atacante a Efe, al referirse al Pachuca, que saldrá como la gran víctima en la final, aunque siempre y cuando el Real Madrid no lo subestime.
Campeón de goleadores en el Clausura mexicano y en la Liga de Campeones de Concacaf, y líder indiscutido de la selección venezolana, Salomón ha sabido reinventarse a través de un método que siempre da frutos: el trabajo arduo y un cuidado meticuloso de su cuerpo.
“He vigilado mi alimentación y el descanso, me entreno duro y tengo en cuenta el llamado entrenamiento invisible; he recibido la recompensa por mis buenos hábitos. Caí con pie derecho en el Pachuca y el equipo tiene toda la energía para la Intercontinental”, señaló Rondón.
Con una amplia trayectoria en ligas de primer nivel como la española, rusa, inglesa, china y argentina, Salomón llamó la atención del Pachuca, que lo fichó este año y le proporcionó el ambiente ideal para intentar resucitar su carrera.
Este miércoles, con poco que perder al enfrentarse a uno de los equipos más grandes del mundo, Rondón buscará asociarse con el neerlandés-marroquí Oussana Idrissi para tratar de vulnerar al Real Madrid.
El Pachuca llega a la final con mucha confianza tras golear 3-0 al Botafogo brasileño, campeón de la Copa Libertadores, y eliminar en semifinales al equipo egipcio Al-Ahly, campeón africano, en una tanda de penales.
La vitalidad de Rondón cuestiona las teorías sobre el envejecimiento del cuerpo humano. Después de dos años sin descanso, el delantero venezolano sigue mostrando una capacidad de recuperación propia de los jóvenes, exhibiendo una gran forma deportiva tanto en el Pachuca como en la selección de su país.
“Mi hambre de ganar sigue ahí. Uno tiene que dar lo mejor de sí y no vivir de lo hecho antes”, dijo el jugador, confiado en poder confirmar este miércoles el mejor año de su carrera y buscar el mayor milagro en la historia de los Tuzos.