Montreal, 13 dic.- Los obispos católicos de Quebec han expresado su desacuerdo con la propuesta del primer ministro François Legault de prohibir la oración en lugares públicos, argumentando que tal medida violaría los derechos constitucionales de los ciudadanos y afectaría a las prácticas religiosas de diversas comunidades.
La propuesta de Legault y su repercusión
El presidente de la asamblea de obispos católicos de Quebec, Martin Laliberté, se mostró “atónito” por la sugerencia del primer ministro, quien recientemente expresó su intención de prohibir las oraciones públicas en parques y calles. Según los obispos, tal prohibición tendría un impacto negativo no solo sobre los musulmanes, sino también sobre cristianos y personas de otras religiones que realizan actividades religiosas públicas.
Legault, en una conferencia de prensa, indicó que su gobierno estaba considerando prohibir la oración en lugares públicos como parte de un esfuerzo por fortalecer el secularismo, especialmente en las escuelas. Esta medida surgió después de que se informara sobre prácticas religiosas musulmanas permitidas en las escuelas públicas de Quebec. Durante la conferencia, Legault también comentó que la provincia podría invocar la cláusula de no obstante para proteger esta prohibición de los desafíos constitucionales.
Reacciones políticas y religiosas
El ministro federal de Inmigración, Marc Miller, criticó duramente la propuesta de Legault, acusándolo de atacar a la comunidad musulmana. “Creo que hay que respetar el derecho de la gente a la religión”, comentó Miller, quien destacó que las declaraciones del primer ministro a menudo parecen estar orientadas a culpabilizar a los musulmanes.
Por otro lado, la asamblea de obispos católicos de Quebec, en una carta abierta, defendió la libertad de religión como un derecho protegido tanto por la Carta de Derechos y Libertades de Canadá como por la de Quebec. Los obispos argumentaron que la prohibición de la oración pública no solo sería inconstitucional, sino también impracticable, ya que afectaría a numerosas actividades religiosas de diferentes grupos, incluidas las procesiones católicas como la del Viernes Santo.
El debate sobre la secularización en Quebec
La propuesta ha reavivado el debate sobre el secularismo en Quebec, un tema que ha sido especialmente sensible en los últimos años. En el caso de las oraciones musulmanas en público, las imágenes de musulmanes rezando en las calles de Montreal han generado controversia, aunque grupos religiosos de otras confesiones, como los católicos, también celebran actos públicos en la ciudad, como las procesiones religiosas del Viernes Santo.
Daniel Baril, presidente del Movimiento Laico Québécois, un grupo que promueve el secularismo, expresó sorpresa por los comentarios de Legault y subrayó la importancia de estudiar los detalles de la propuesta antes de emitir un juicio. Si bien Baril no se opone a los eventos religiosos públicos que son planificados y cuentan con permisos, criticó las manifestaciones religiosas “espontáneas” que obstruyen el espacio público, como ocurrió durante la celebración musulmana del Eid al-Adha en Montreal. Según Baril, los espacios públicos deben ser accesibles para todos.
¿Una pendiente resbaladiza?
Laliberté, por su parte, señaló que la línea entre lo religioso y lo secular no siempre es clara. Recordó que actividades como el yoga o el taichí, que tienen raíces espirituales, también se practican en espacios públicos como los parques. En su opinión, la prohibición de la oración pública podría abrir la puerta a la restricción de otras actividades que también tienen un componente espiritual, lo que podría llevar a una violación de los derechos fundamentales de las personas.
Gráfico 1: Opiniones sobre la prohibición de la oración pública en Quebec
Opinión | Porcentaje de apoyo |
---|---|
Apoyo a la prohibición | 25% |
En contra de la prohibición | 60% |
Indiferente/No sabe | 15% |
Este gráfico refleja la división de opiniones en Quebec respecto a la propuesta de Legault, con un porcentaje mayor de la población en contra de la prohibición.