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Halifax, 7 dic.- Organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres en Canadá urgen a los gobiernos provinciales y federales a intensificar sus esfuerzos para crear viviendas accesibles y seguras para las víctimas de violencia de género. Según un estudio reciente de Women’s Shelters Canada, la crisis habitacional del país está dejando a muchas mujeres atrapadas en situaciones de abuso o sin alternativas viables tras abandonar a sus agresores.
Impacto de la crisis de vivienda en las víctimas de violencia
De los 381 refugios y casas de transición encuestados, el 94 % de los refugios de emergencia y el 83 % de las casas de transición reportaron que las víctimas permanecen más tiempo en sus instalaciones debido a la falta de viviendas disponibles.
El informe reveló que aproximadamente la mitad de las mujeres que abandonan los refugios regresan con sus agresores, mientras que más de dos tercios enfrentan situaciones de vivienda precarias. Además, un 36 % de las mujeres experimentan episodios de falta de hogar.
Casos críticos en refugios de todo el país
Anna Morgan, directora del refugio Ernestine’s Women’s Shelter en Etobicoke, Ontario, explica que los elevados costos de alquiler en el área metropolitana de Toronto han transformado su refugio de una instalación de emergencia a una especie de casa de transición. “Estamos por encima de nuestra capacidad”, afirmó Morgan, señalando que han rechazado a más de 300 personas en el último año fiscal.
En Moose Jaw, Saskatchewan, Jenn Angus, de Moose Jaw Transition House, destacó que la duración promedio de estancia en su refugio ha aumentado de tres semanas a entre 50 y 70 días debido a la falta de opciones asequibles. Las mujeres con hijos enfrentan las mayores dificultades.
Por su parte, Jessica Montgomery, de la Fundación Jessica Martel Memorial en Alberta, enfatizó que muchas víctimas llegan con escasos recursos debido al abuso económico ejercido por sus agresores, quienes controlan sus finanzas o les impiden trabajar.
Barreras adicionales: discriminación y costos iniciales
Además de la falta de viviendas asequibles, las sobrevivientes enfrentan discriminación por parte de los propietarios basada en su raza, género, orientación sexual o condición de madres solteras. A esto se suman los altos costos iniciales para establecer un nuevo hogar, como los depósitos de renta, conexión de servicios públicos y compra de muebles.
Acciones urgentes requeridas
Líderes de organizaciones y refugios instan a los gobiernos a:
- Aumentar la financiación para proyectos de vivienda destinados a sobrevivientes de violencia de género.
- Reducir los tiempos de espera en programas de asistencia social y vivienda pública.
- Proveer apoyos económicos directos para ayudar a las víctimas a establecer nuevos hogares.
En Nueva Escocia, tras los resultados de la comisión de investigación del tiroteo masivo de 2020, se propuso una “financiación a nivel de epidemia” para combatir la violencia doméstica. Caira Mohamed, de la YWCA de Halifax, señaló que este nivel de apoyo debe incluir inversiones sostenidas en refugios y programas comunitarios para abordar las brechas existentes.
El costo de la inacción
Mientras los alquileres promedio en ciudades como Toronto alcanzan los $3,091 para un apartamento de dos habitaciones, y las listas de espera para vivienda social superan los 10 años, miles de mujeres siguen atrapadas en ciclos de abuso e inseguridad habitacional. Según los expertos, sin una acción concertada y sostenida, la crisis habitacional continuará exacerbando la violencia de género en Canadá.