París, 2 dic.- El primer ministro francés, Michel Barnier, ha llevado este lunes a su Gobierno minoritario al borde de una grave crisis política al anunciar la adopción de los presupuestos de la Seguridad Social para 2025 sin someterlos a votación parlamentaria.

Este polémico recurso, que utiliza el artículo 49.3 de la Constitución francesa, permite la aprobación de medidas clave sin el aval directo del Parlamento, pero también otorga a la oposición la posibilidad de presentar una moción de censura para destituir al Gobierno.

Reacción de la oposición
Los principales partidos de oposición han confirmado que presentarán una moción de censura en las próximas horas. Se prevé que el debate y votación de esta moción se lleven a cabo el miércoles en la Asamblea Nacional, donde el Gobierno no cuenta con mayoría absoluta.

Líderes de la oposición han acusado al Ejecutivo de Michel Barnier de “despreciar al Parlamento” y “eludir el debate democrático”, mientras que el primer ministro defiende su decisión como necesaria para garantizar la estabilidad financiera del sistema de Seguridad Social en un contexto de desafíos económicos.

El artículo 49.3 y sus implicaciones
El uso del artículo 49.3 ha sido objeto de controversia en Francia, pues aunque permite agilizar procesos legislativos, también es percibido como una herramienta autoritaria que erosiona el diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Un panorama incierto
Si la moción de censura prospera, el Gobierno de Barnier podría caer, lo que desencadenaría una nueva fase de incertidumbre política en Francia. Sin embargo, el éxito de la moción dependerá de la capacidad de la oposición para unir a un número suficiente de diputados, incluyendo potenciales disidentes dentro de la mayoría parlamentaria.

Esta crisis pone de manifiesto las dificultades de un Gobierno minoritario para gestionar reformas clave en un entorno político altamente polarizado.

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