El Cairo, 30 nov.- La alianza islamista Organismo de Liberación del Levante y facciones armadas respaldadas por Turquía lograron consolidar este sábado su control sobre casi toda la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, y la vecina provincia de Idlib, tras cuatro días de intensos combates contra las fuerzas del presidente sirio, Bachar al Asad.
La ofensiva, iniciada el pasado miércoles tras días de bombardeos contra las posiciones de las facciones proturcas en Idlib, ha dejado hasta el momento un saldo de unos 350 muertos, entre los que se incluyen al menos 40 civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Alepo cae rápidamente sin resistencia
Los rebeldes lograron ingresar en Alepo el viernes, marcando la primera vez que las fuerzas opositoras acceden a la ciudad desde que fue tomada por el Ejército sirio en 2016. El control rebelde se extendió rápidamente por la mayoría de los barrios de la ciudad, incluyendo el aeropuerto internacional de Alepo, que cayó en manos de los insurgentes.
Solo algunas zonas del noreste de la ciudad, bajo control de fuerzas kurdas aliadas de Damasco, continúan ofreciendo resistencia. Las tropas del Ejército sirio y las milicias proiraníes que apoyan al régimen de Al Asad se han replegado, según el Observatorio, lo que ha dejado el terreno libre para el avance rebelde.
El Ejército sirio admitió la pérdida de gran parte de Alepo y la caída de “decenas” de sus soldados, explicando que el número elevado de insurgentes y los múltiples frentes de combate llevaron a un “redespliegue” de sus tropas para fortalecer las líneas de defensa y prepararse para un posible contraataque.
Ataques aéreos rusos y desplazamiento de civiles
En medio de la escalada de violencia, aviones de combate rusos bombardearon la ciudad, lo que resultó en la muerte de al menos 16 civiles y varios combatientes proturcos. El Observatorio Sirio reportó también un significativo desplazamiento de personas de la provincia de Alepo hacia la frontera con el Líbano.
Avances en Idlib y Hama
Simultáneamente, los rebeldes afianzaron su control sobre casi toda la provincia de Idlib tras tomar la estratégica ciudad de Maarat al Numan, que estuvo bajo control del Ejército sirio desde 2020. Posteriormente, los insurgentes tomaron la ciudad de Jan Shayjun, en el límite con la provincia de Hama, al norte de Siria. Este avance ha permitido a las facciones rebeldes avanzar varios kilómetros hacia el sur de Hama sin enfrentar una resistencia significativa por parte del Ejército sirio.
Un trasfondo diplomático complicado
Este avance rebelde coincide con los esfuerzos de Turquía por restablecer relaciones diplomáticas con el Gobierno sirio. Sin embargo, Damasco exige que Ankara retire sus tropas del norte de Siria y detenga su apoyo a los grupos opositores para avanzar hacia la normalización de relaciones, que se rompieron al inicio de la guerra civil siria hace 13 años.
La ofensiva comenzó el mismo día en que entró en vigor un alto el fuego en el Líbano, después de intensos enfrentamientos entre Israel y el grupo chií Hizbulá en ese país y en Siria, donde el movimiento armado sigue siendo un aliado clave del Gobierno de Al Asad.