Caracas, 21 nov (EFE). El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió este miércoles a la oposición mayoritaria, que ha cuestionado su reelección en los comicios de julio, que “se van a arrepentir” si intentan derrocar su gobierno por la fuerza, en un mensaje de clara confrontación con los opositores.
Durante un acto con los jefes de los poderes públicos, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), Maduro expresó que aquellos que busquen desafiar al Gobierno chavista, instaurado en Venezuela desde 1999, “se van a arrepentir”. El mandatario subrayó: “Se van a arrepentir si se meten con lo más sagrado que tiene Venezuela: su Constitución, la paz y su pueblo. Solamente les digo, se van a arrepentir, sé lo que digo”.
Maduro también se refirió a la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD), acusándola de estar ligada a “una corriente fascista, criminal, asesina” que busca entregar la independencia de Venezuela e imponer un golpe de Estado similar al ocurrido en 2002, conocido como el ‘Carmonazo’, cuando el entonces presidente Hugo Chávez fue derrocado brevemente. En este contexto, Maduro pidió no subestimar al pueblo venezolano y destacó la “fusión popular, militar, policial” que, según él, defiende el país frente a los intentos externos de intervenir en la política venezolana.
El mandatario también se refirió al reconocimiento por parte de la Administración estadounidense y otras entidades internacionales del candidato opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo, aunque esta declaración ha sido rechazada por el Gobierno venezolano, que considera a Maduro como el legítimo presidente, tras ser proclamado vencedor en las urnas por el Consejo Nacional Electoral.
La situación sigue siendo tensa, con la PUD insistiendo en que González Urrutia, quien se encuentra exiliado en España, fue el verdadero ganador de las elecciones y planea tomar posesión de la presidencia. Mientras tanto, Maduro, con el apoyo de las instituciones venezolanas, también se prepara para su juramentación, alimentando la disputa sobre la legitimidad de su reelección.