Lima, 9 nov.- El distrito de Chancay, en la costa peruana, se prepara para convertirse en un centro estratégico de desarrollo con la inauguración de un megapuerto financiado en su mayoría con capital chino. Sin embargo, el alcalde Juan Álvarez advierte que para gestionar el crecimiento que traerá esta nueva infraestructura es necesario implementar un plan de desarrollo urbano que contemple obras y servicios básicos.
“Eso es lo que no estamos queriendo. Por eso, en los próximos días se está aprobando el plan de desarrollo urbano”, declaró Álvarez en entrevista con EFE, aludiendo a la necesidad de una planificación para que el crecimiento del distrito sea ordenado y sostenible.
La inauguración del megapuerto, ubicada a unos 70 kilómetros de Lima, está programada para el próximo jueves y contará con la presencia del presidente de China, Xi Jinping, y la mandataria peruana, Dina Boluarte. Este proyecto es una de las piezas clave de la Iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda en Sudamérica y es una colaboración entre la estatal china Cosco Shipping, que tiene un 60 % de participación, y la peruana Volcan Compañía Minera.
Empleo e inversión turística
Álvarez estima que la primera fase del puerto generará aproximadamente 5,000 empleos directos y augura un auge en el turismo para el distrito. “Ya en este momento tenemos un considerable incremento del turismo por visitantes que llegan para saber en qué lugar está el puerto de Chancay”, explicó el alcalde, destacando el interés que despierta la megaobra y las inversiones privadas en el área.
Para estimular la economía local, el alcalde apuesta por la creación de una zona económica especial con exenciones fiscales para atraer industrias. En su opinión, esa zona debería iniciar con una tasa de impuestos “de renta de cero” y aumentarse gradualmente con el tiempo.
El desafío del crecimiento poblacional
El crecimiento poblacional en Chancay podría acelerarse a un 12.5 % anual desde el próximo año, una cifra que supera con creces la tasa de natalidad actual, indicó Álvarez. Esto implicaría que, en menos de una década, el número de habitantes podría duplicarse o incluso triplicarse, incrementando la urgencia de ejecutar el plan de desarrollo urbano.
Este proyecto busca zonificar áreas y definir usos del suelo para mantener una ciudad planificada y evitar problemas de congestión. Sin embargo, Álvarez remarcó la falta de apoyo del Gobierno central, que tiene el poder financiero para realizar estas inversiones. “Lamentablemente, el Gobierno nacional no está caminando”, señaló, refiriéndose a la inestabilidad política que ha afectado a Perú en los últimos años.
Suministro de agua y seguridad ciudadana, puntos críticos
Uno de los retos que enfrenta Chancay, como toda la costa peruana, es el acceso a agua potable en un clima desértico. Con el crecimiento proyectado, el abastecimiento de agua y el tratamiento de aguas residuales serán esenciales para evitar crisis. Además, la inseguridad ciudadana es otra preocupación que comparte el alcalde, pues el distrito cuenta con un equipo de seguridad reducido, con apenas 65 policías y solo dos vehículos para cubrir 152 kilómetros cuadrados.
Una visión para el futuro
A pesar de los desafíos, Álvarez es optimista. Imagina un Chancay transformado en “una ciudad próspera, moderna, con balnearios y áreas verdes”, donde el puerto no sea el único atractivo, sino que también se aproveche la vista al mar y las oportunidades para el desarrollo económico.
Su visión incluye amplias zonas verdes y vías adecuadas para el tránsito, creando una ciudad espaciosa y bien organizada. Aunque reconoce que el camino es incierto, Álvarez confía en que la implementación del plan urbano y la voluntad política puedan hacer de Chancay un verdadero polo de desarrollo en la próxima década.