Barcelona (España), 4 nov.- Las lluvias torrenciales que se registran en Cataluña desde este domingo, alcanzando hasta 115 litros por metro cuadrado, han provocado este lunes un colapso en la movilidad de la región. Los trenes de cercanías han quedado suspendidos, la alta velocidad interrumpida en tramos clave y numerosos vuelos han sido cancelados, además de inundar carreteras y causar el desbordamiento de ríos en varias zonas de Tarragona y Barcelona.

Las comarcas de Tarragona ya estaban en alerta roja desde ayer, lo que llevó a suspender las clases en colegios, visitas sanitarias no urgentes y juicios, además de recomendar a los trabajadores permanecer en casa. En consecuencia, la actividad en grandes fábricas y empresas de la zona ha operado al mínimo esta mañana.

Tras una noche marcada por lluvias intensas y inundaciones en Tarragona, el temporal avanzó hacia la ciudad de Barcelona, afectando a las comarcas del Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf, Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental, y también a la Selva (Girona). Los residentes han recibido alertas en sus móviles para evitar desplazamientos y extremar precauciones en zonas vulnerables a inundaciones.

En apenas dos horas, las precipitaciones, que alcanzaron los 131 litros por metro cuadrado, anegaron calles, carreteras y el aeropuerto de El Prat. En este último, el agua ha invadido pistas y terminales, lo que ha obligado a cancelar medio centenar de vuelos y a desviar otros 17.

Ante la magnitud del aguacero, Renfe suspendió la circulación en toda la red de cercanías, a excepción de la línea RL3 entre Lleida y Cervera, previendo restablecer el servicio por la tarde. También se interrumpió el paso de trenes de alta velocidad entre Barcelona y Tarragona debido al agua acumulada en un túnel en El Prat de Llobregat, el cual fue reabierto con una vía única, generando retrasos en la conexión principal entre Barcelona y Madrid operada por Renfe, Iryo y Ouigo.

El tranvía de Barcelona también quedó interrumpido y se cerraron varios accesos de metro debido a las inundaciones.

En las carreteras, media docena de vías permanecieron cortadas, incluyendo la autovía C-32 en Castelldefels, que fue reabierta a las 14.00 horas, y la AP-7 entre Altafulla y L’Aldea, donde el agua provocó retenciones kilométricas y dejó vehículos flotando en zonas anegadas.

Además, la Agencia Catalana del Agua (ACA) emitió alertas de posible desbordamiento en los ríos Francolí, Besòs y Llobregat, que registra un caudal inusualmente alto de 115 metros cúbicos por segundo.

El temporal, que descargó más de 81 litros por metro cuadrado en el Baix Llobregat y Barcelonès, y 50 en Tarragona, se debe a la coincidencia de cuatro tormentas alineadas, una de ellas situada sobre el mar.

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