Phoenix (EE.UU.), 4 nov.- El condado de Maricopa podría convertirse en el campo de batalla decisivo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos este martes. Su peso electoral será crucial para definir el resultado en Arizona, un estado que hace cuatro años vivió una elección histórica, cuando el presidente Joe Biden lo ganó por apenas tres décimas, arrebatándoselo a los republicanos.
Con 11 votos electorales en juego, Arizona ha atraído la intensa campaña tanto de Trump como de la vicepresidenta Kamala Harris, que buscan cada voto posible en este estado estratégico. En especial, Maricopa —el condado más poblado de Arizona y uno de los de mayor crecimiento en el país— se considera esencial, ya que alberga al 60 % de la población estatal, unos 4.4 millones de personas. Aunque históricamente conservador, Maricopa votó por los demócratas en 1996 y nuevamente en 2020, lo que resultó clave para las victorias de Bill Clinton y Joe Biden.
Fue precisamente en Phoenix, capital de Arizona y sede de Maricopa, donde se intensificaron las primeras acusaciones de fraude electoral por parte de simpatizantes de Trump, quienes tomaron las calles tras la victoria de Biden en 2020, desatando una ola de protestas que desembocó en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. En aquella elección, el margen de victoria de Biden en Arizona fue de apenas 10,457 votos, otorgando a los demócratas una victoria clave en el estado.
Maricopa, el crecimiento del desierto
El auge económico de Arizona, y en especial de Maricopa, ha sido notable bajo la presidencia de Joe Biden. La región ha atraído miles de millones en inversiones para plantas de semiconductores, impulsando el empleo y la economía local. Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), gigante mundial de chips, ha invertido más de 65,000 millones de dólares en Maricopa, convirtiéndolo en un referente para la manufactura avanzada en Estados Unidos.
Este crecimiento económico ha calentado el sector inmobiliario en Phoenix, que ha visto un alza de precios del 27 % respecto a los niveles previos a la pandemia, siendo una de las áreas metropolitanas con mayor inflación en EE.UU. Esta presión sobre el costo de vida es una de las principales preocupaciones de los votantes.
Las legislativas, otra batalla decisiva en Arizona
Otro frente importante se libra en el Distrito 6 de Arizona, que incluye parte de Tucson, en la frontera con México, y se extiende hasta los Bosques Apache. Aquí se disputa un escaño clave en el Congreso. “Este escaño podría determinar el control de la Cámara de Representantes de los EE.UU. y definir otras contiendas cruciales”, dijo Kirsten Engel, candidata demócrata al Congreso.
Los demócratas han contado con el apoyo de la comunidad hispana para enfrentar a los republicanos, aunque su rival, el republicano Juan Ciscomani, un mexicano de nacimiento, busca la reelección en un clima político disputado.
Por otro lado, el Senado también podría cambiar de manos en Arizona. La republicana Kari Lake ha acortado distancias frente al demócrata Rubén Gallego, quien compite por un escaño dejado vacante por Kyrsten Sinema, senadora independiente que abandonó el Partido Demócrata.