Kinsasa, 4 nov.- Al menos quince civiles han perdido la vida en una serie de ataques perpetrados la pasada semana por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en la provincia de Kivu del Norte, noreste de la República Democrática del Congo (RDC), informó este lunes un líder de la sociedad civil.
Los incidentes ocurrieron entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre en las aldeas de Kiseguru y Katwiguru, situadas en el territorio de Binza. Prospère Buhuru, coordinador de la sociedad civil en la región, describió la situación como “un terror indescriptible” y destacó que el ataque estuvo encabezado por el coronel rebelde Ernest Sebagenzi. “Las víctimas fueron asesinadas por sorpresa mientras trabajaban en el campo. No permiten luto; obligan a la población a enterrar los cuerpos inmediatamente para no dejar rastro”, afirmó Buhuru, quien se encuentra refugiado en Goma tras huir de los ataques.
Además de los asesinatos, Buhuru denunció que los rebeldes están reclutando por la fuerza a civiles para sumarlos a sus filas. Los ataques culminaron este domingo con la toma de la aldea de Kamandi-Gite, ubicada a 130 kilómetros de Goma, lo que marca un avance significativo del grupo armado en la región.
Escalada del conflicto y tensiones diplomáticas
El M23, un grupo insurgente que se reactivó en 2022 tras años de inactividad, ha intensificado sus incursiones en el noreste de la RDC. El pasado 21 de octubre, las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) recuperaron la localidad estratégica de Kalembe, rica en oro, que los rebeldes habían capturado previamente. Este ataque supuso una violación del alto el fuego mediado por Angola en agosto, según el Gobierno angoleño.
El conflicto no solo ha causado una crisis humanitaria, sino también tensiones diplomáticas entre la RDC y Ruanda. El gobierno congoleño acusa a Ruanda de apoyar al M23, una afirmación que el presidente ruandés, Paul Kagame, ha negado oficialmente, aunque la ONU ha documentado vínculos entre Kigali y el grupo rebelde. Por su parte, Ruanda y el M23 aseguran que el Ejército congoleño colabora con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo rebelde formado por responsables del genocidio de 1994 y otros hutus exiliados.
Un conflicto histórico que persiste
Desde 1998, el este de la RDC ha sido escenario de conflictos impulsados por milicias y enfrentamientos con el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). La situación en la región continúa deteriorándose, con el M23 avanzando hacia la estratégica ciudad de Goma, que ya ocupó durante diez días en 2012.