Los Ángeles (EE.UU.), 23 oct.- La retórica sobre el fraude electoral, impulsada por algunos sectores republicanos, ha llevado a la implementación de purgas de votantes en varios estados, generando preocupación entre los inmigrantes naturalizados que se debaten entre participar o no en las próximas elecciones del 5 de noviembre.

Más de 30 casos relacionados con estas purgas han sido presentados en al menos 19 estados, incluyendo Nevada y Carolina del Norte, según Democracy Docket. De estos, 15 litigios siguen activos. En algunos estados, como Indiana y Alabama, las autoridades han enfocado su escrutinio en la verificación de la ciudadanía de miles de inmigrantes que adquirieron la nacionalidad estadounidense.

En Alabama, más de 3.000 personas, principalmente inmigrantes, han sido señaladas para ser eliminadas de las listas de votantes. Según la Coalición de Alabama por la Justicia de los Inmigrantes (ACIJ), esta purga es una medida “motivada políticamente” que busca evitar que los ciudadanos naturalizados ejerzan su derecho al voto. El Departamento de Justicia de EE.UU. ha apoyado a ACIJ en su demanda, y un juez federal ordenó la suspensión del proceso de purga, aunque el temor entre los votantes afectados persiste.

Fraude de no ciudadanos es mínimo

Pese a la narrativa de fraude electoral, los casos de votación ilegal por parte de no ciudadanos son extremadamente raros. Un informe de la Heritage Foundation identificó solo 23 casos de votantes no ciudadanos entre 2003 y 2022. Asimismo, el Brennan Center for Justice encontró que solo el 0,0001% de los votos emitidos en 2016 fueron presuntamente fraudulentos por parte de no ciudadanos.

Sin embargo, figuras como el expresidente Donald Trump continúan avivando la idea del fraude. Estas acusaciones, sumadas a las iniciativas para eliminar nombres de votantes de las listas, han infundido miedo entre los inmigrantes que, después de años de esfuerzo para naturalizarse, se sienten intimidados y desconfían del proceso electoral.

En este contexto, organizaciones y activistas instan a los votantes naturalizados a no rendirse y a ejercer su derecho al voto, a pesar de las barreras y amenazas que enfrentan.

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