Guadalajara, México, 14 Oct.- Bajo la dirección de Javier Aguirre, la selección mexicana enfrentará a Estados Unidos en un partido crucial el próximo martes en el estadio Akron de Guadalajara. Esta será la oportunidad para que México rompa una sequía de más de cinco años sin ganar a su máximo rival, con la última victoria datando de un amistoso en septiembre de 2019.

El regreso de Aguirre, quien ha dirigido al Tri en varias ocasiones, trae recuerdos de una de las derrotas más dolorosas para México: la eliminación en los octavos de final del Mundial 2002 ante Estados Unidos, con un marcador de 2-0. Ahora, Aguirre, con 65 años, busca redimirse en esta nueva etapa al frente de la selección mexicana tras sustituir a Jaime Lozano en agosto.

Desde aquella última victoria en 2019, los dos equipos se han enfrentado en siete ocasiones, la más reciente en marzo de este año durante la final de la Liga de Naciones de la Concacaf. Aunque México ha logrado empatar algunos partidos, no ha podido superar a su rival en los enfrentamientos más importantes, incluidos duelos por las eliminatorias mundialistas y finales de torneos continentales.

La presión de jugar en casa

El delantero Diego Lainez destacó la importancia del próximo partido: “Es una oportunidad de revertir esa estadística y tenemos con qué”, señaló. La rivalidad entre ambos países ha sido histórica y emocional para los jugadores y los aficionados, que ven este encuentro como algo más que un simple partido de fútbol.

El estadio Akron, sede del partido, será un factor importante para México, que no juega en ese recinto desde 2010. Sin embargo, el hecho de no jugar en el icónico Estadio Azteca, que está en renovaciones de cara al Mundial de 2026, no parece preocupar al equipo, según Alexis Vega: “Sabemos que es un partido que no se puede perder… dejaremos el alma para quedarnos con la victoria”.

Estados Unidos también se renueva

Por su parte, Estados Unidos también atraviesa un proceso de cambio con la reciente llegada del entrenador argentino Mauricio Pochettino, quien debutó con una victoria 2-0 sobre Panamá. Pochettino expresó su respeto por México y la historia de la rivalidad: “México es una gran selección, la rivalidad está ahí… estas rivalidades son una gran experiencia”.

El equipo estadounidense llega con bajas significativas, incluyendo a jugadores clave como Weston McKennie, Ricardo Pepi, Christian Pulisic, Zack Steffen y Marlon Fossey. Sin embargo, confían en el trabajo de su nuevo técnico y en la motivación de seguir dominando a su rival del sur.

Preparación final para México

México, por su parte, viene de empatar 2-2 contra el Valencia de España en un amistoso jugado en Puebla, donde Aguirre dio minutos a varios jóvenes talentos. Se espera que el entrenador mexicano utilice su once más fuerte para el duelo contra Estados Unidos, con la posible titularidad de jugadores veteranos como el arquero Guillermo Ochoa y el delantero Raúl Jiménez.

Las ausencias notables para el Tri incluyen a Hirving Lozano, Henry Martín y Santiago Giménez, todos fuera por lesión, lo que añade más presión a los jugadores disponibles para asegurar una victoria en este enfrentamiento decisivo.

El ambiente está listo para otro capítulo en la histórica rivalidad entre México y Estados Unidos, un partido donde ambos equipos tienen mucho en juego y los aficionados esperan ver a su equipo triunfar en la cancha.

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