Ciudad de México, 2 oct.- Claudia Sheinbaum hizo historia al convertirse en la primera mujer en asumir la presidencia de México, en una emotiva jornada en la que reafirmó su compromiso de continuar con la agenda de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Durante un multitudinario acto en el Zócalo de la Ciudad de México, Sheinbaum delineó las prioridades de su sexenio y subrayó la importancia del proyecto de la “Cuarta Transformación”.
“Hoy inicia el segundo piso de la cuarta transformación de la vida pública de México”, afirmó Sheinbaum, destacando la continuidad del movimiento político impulsado por López Obrador.
Un discurso ante el pueblo mexicano
Tras recibir la banda presidencial en la Cámara de Diputados de manos de López Obrador, Sheinbaum se dirigió al pueblo mexicano desde la mayor plaza pública del país, donde presentó sus 100 puntos de gobierno. La presidenta aseguró que su administración respetará las libertades y se distanció de las políticas de militarización de la seguridad pública que marcaron gobiernos anteriores.
“Nuestro gobierno garantizará todas las libertades: de expresión, de prensa, de reunión, y de movilización. Somos demócratas y respetaremos los derechos humanos. Nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo”, prometió Sheinbaum, destacando que no habrá un retorno a la “guerra contra el narco” iniciada por Felipe Calderón en 2006.
Políticas clave de su gobierno
Sheinbaum también se comprometió a impulsar la igualdad de género, continuar con el aumento del salario mínimo, reducir la jornada laboral a 40 horas, y promover el uso de energías renovables para enfrentar el cambio climático.
La jornada estuvo marcada por referencias constantes a López Obrador, con quien Sheinbaum compartió un acto simbólico de traspaso de poder en el Palacio Nacional, donde fueron recibidos cerca de 20 mandatarios, en su mayoría latinoamericanos.
Entre los líderes presentes en la ceremonia estuvieron los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Chile, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro; Cuba, Miguel Díaz-Canel; y Honduras, Xiomara Castro, así como la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.
El bastón de mando y el reconocimiento indígena
Más tarde, Sheinbaum recibió el bastón de mando de manos de representantes de los 70 pueblos indígenas y la comunidad afromexicana, en una ceremonia cargada de simbolismo donde se le realizó una limpia tradicional como parte del ritual indígena de purificación.
Ernestina Ortiz Peña, portavoz de los pueblos originarios, expresó que Sheinbaum representaba la esperanza de quienes habían sido históricamente marginados. “Eres la voz de los que no tuvimos voz por mucho tiempo. Con dignidad representas nuestra esperanza”, declaró Ortiz Peña, destacando la importancia de la primera mujer presidenta para los pueblos indígenas y las mujeres del país.
Un hito para las mujeres mexicanas
El ascenso de Sheinbaum a la presidencia representa un logro significativo para las mujeres mexicanas, especialmente después de 200 años de la república y 500 años desde la conquista española. Magda Morán, una simpatizante presente en el evento, expresó su emoción: “Muchas veces decimos, si llega una, llegamos todas. Es una inspiración para todas nosotras como mujeres. Tenemos confianza en que habrá más programas y reconocimiento de nuestros derechos”, dijo visiblemente emocionada.
Primeras acciones de su gobierno
Sheinbaum anunció que su primer día de trabajo incluirá una conferencia matutina, continuando con la tradición de las “mañaneras” de López Obrador, y un viaje a Acapulco para supervisar los daños ocasionados por el huracán John, que ha dejado una veintena de fallecidos en la región.
Sheinbaum inicia su mandato con el desafío de consolidar la “Cuarta Transformación” mientras traza su propio camino como la primera mujer presidenta de México.