Beirut, 20 sep.- El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, acusó este jueves a Israel de haber traspasado todos los “límites” y “líneas rojas” con la explosión simultánea de miles de dispositivos de comunicación en los últimos días, causando la muerte de 37 personas y dejando cerca de 3.000 heridos en el Líbano.
Durante un discurso televisado, Nasrala denunció que el ataque, que afectó a mensáfonos y aparatos de radio, tuvo como objetivo a los miembros de Hizbulá, pero también alcanzó a civiles inocentes en hospitales, farmacias, mercados y calles. “El enemigo israelí ha superado todas las leyes y límites con esta operación”, afirmó.
Ataques coordinados y respuestas de Hizbulá
El líder de Hizbulá detalló que la primera serie de explosiones, ocurrida el martes, afectó a unos 4.000 dispositivos, aunque no todos llegaron a detonar. El miércoles, una nueva oleada de explosiones tuvo lugar, esta vez dirigida a aparatos de radio en manos de miembros del grupo.
Ante la magnitud de los ataques, Hizbulá ha formado comités de investigación para esclarecer cómo los dispositivos de comunicación fueron infiltrados y explotados, y aún están evaluando todas las teorías.
Amenazas de Israel y respuesta de Hizbulá
Nasrala también reveló que tras la primera serie de explosiones, Israel envió mensajes exigiendo que Hizbulá suspendiera su apoyo a Gaza, amenazando con más ataques si no lo hacían. “Nuestro frente en el Líbano no cesará hasta que se detenga la agresión contra Gaza”, declaró el líder, reafirmando el compromiso de Hizbulá con la resistencia palestina a pesar del golpe sufrido esta semana.
Reacciones de Hamás y tensiones en Beirut
El grupo palestino Hamás agradeció a Nasrala por su firme apoyo, calificando su postura como un golpe contra el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu. Mientras tanto, los cielos de Beirut fueron sacudidos por cazas israelíes que rompieron la barrera del sonido, causando estruendos que sacudieron la ciudad durante el discurso de Nasrala, intensificando la tensión en el país.
Aviones israelíes continuaron sobrevolando Beirut y lanzaron “globos térmicos” sobre Dahye, un bastión de Hizbulá, en medio de los bombardeos sobre el sur del Líbano y la aprobación de nuevos planes militares del Ejército israelí para intensificar su frente contra el país vecino.