París (AP), 10 ago. — Stephen Curry lo tenía claro hace dos años, tras asegurar su cuarto título de la NBA: el único trofeo que le faltaba en su impresionante carrera era el oro olímpico. Y el sábado por la noche en París, el astro del baloncesto logró cumplir ese anhelo, guiando a Estados Unidos a una victoria de 98-87 sobre Francia en la final de los Juegos Olímpicos.
Con su actuación estelar, Curry anotó 24 puntos y fue el artífice principal en la victoria, que marcó la quinta medalla de oro consecutiva para el baloncesto masculino estadounidense y la 17ª en 20 participaciones en los Juegos Olímpicos.
En los momentos cruciales del partido, Curry brilló con cuatro triples en los últimos 2:43 minutos del encuentro. Su tiro decisivo llegó a 1:19 minutos del final, poniendo a Estados Unidos arriba 93-84. El jugador, desbordado por la emoción, corrió por la cancha con entusiasmo, mostrando su camiseta con la palabra “USA” y exultando su victoria.
No contento con solo asegurar el oro, Curry añadió otro triple a unos 30 segundos del final, realizando el icónico gesto de “irse a dormir” al poner sus manos a los lados de su cara. Con esa actuación, no solo selló el resultado final del partido, sino que también dejó claro que la victoria estaba consumada.
La conquista de Curry y el equipo estadounidense no solo representa un hito más en la historia del baloncesto olímpico, sino también un reflejo del dominio continuo de Estados Unidos en el escenario internacional del deporte.